Ahora que la seguridad de los ciclistas urbanos ha saltado a las noticias, se agradece que los fabricantes de bicicletas apuesten por la visibilidad. Los elementos reflectantes se han incorporado a la cultura sobre dos ruedas como garantía de supervivencia sobre el asfalto, pero lo más es que la propia bicicleta se convierta en aviso para navegantes o conductores. No es la primera, ni es perfecta (el efecto es limitado en el tiempo), pero mola y tiene un precio razonable. Es producto de los estadounidenses Pure Fix Cycles que comercializan con la serie Glow con tres variantes posibles: solo cuadro, solo ruedas o todo reflectante, como es este caso, el modelo The Zulu. El secreto está en la cobertura de pintura y en el efecto lagarto: exponer la bici a una hora de luz solar garantiza ese mismo tiempo de luminosidad por la noche. Además, son fixies (a piñón fijo) así que se suman al carro de la última moda.
Más info: www.purefixcycles.com