La anterior, un pequeño apunte en un block apaisado de Arches, grano fino, una vista de Peñiscola, muralla, castillo del Papa Luna y playa despoblada en estas fechas. Muy pocos pigmentos, pocas pinceladas y poco detalle. Lo que aprendo con estas cosas es que el máximo de transparencia se consigue cuando ujn tono se ha conseguido con un solo baño, al menos cuando el color aplicado no se restriega ni retoca sobre el papel. Esos amasamientos lo estropean todo, los tonos se vuelven turbios, menos transparentes y el resultado final es mucho menos luminoso. Es esencial, cuando se aplican baños superpuestos, esperar a que se sequen completamente y, además, que el pincel tenga la suavidad máxima para no rascar la capa anterior. Por eso los pinceles de marta o petit gris funcionan mejor en estos casos. Estos pinceles o los de Versátil de Escoda como en estas acuarelas, que tienen la misma suavidad a pesar de ser fibra sintética. Asombrosos.
Viajar en estas fechas, además hacerlo en días de diario, no en fin de semana como hasta ahora teníamos costumbre y necesidad, permite estar casi solos en estos sitios. Ello unido a la extrema amabilidad de las personas a las que pedimos permiso para acceder en coche hasta donde se puede, en una ciudad llena de cuestas, puertas, recodos y recovecos. Andando me hubiera sido difícil ver tantas cosas. Gracias a las facilidades e indicaciones de la policía municipal y otras personas a las que pedimos información, resultó una estancia muy agradable y productiva los días que en Peñíscola pasamos. Resalto estas circunstancias, porque no siempre es así en otros lugares.