Pensamiento, sentimiento y emoción en Terapia Gestalt

Por Clotilde Sarrió Arnandis @Gestalt_VLC

Los pensamientos, los sentimientos y las emociones no son algo a lo que se les deba temer ni ser acallados a fin de evitar el dolor. Para crecer de verdad hay que sentir, hay que dejar la emoción surja, observarla y luego liberarla.

Pensamiento, sentimiento, emoción y ... sensación

Previamente a la conceptualización y diferenciación entre estas entidades, será bueno aclarar que la sensación, la emoción y el sentimiento son términos que pueden ser fácilmente confundidos debido a que, coloquialmente se suelen emplear indistintamente, sobre todo los vocablos emoción y sentimiento.

    La palabra sensación (del latín sensatio), aunque tiene varias acepciones, nos interesa en el significado que alude a la impresión producida por algo y que es captada por los sentidos.
    En Terapia Gestalt, la sensación tiene que ver con el contacto inicial que se establece entre el organismo y el entorno, y son los diferentes tipos de reacciones que describimos en términos corporales, es decir, es la reacción fisiológica que deja huella a nivel corporal.

Pensamiento

    El pensamiento (o cognición) es un fenómeno psicológico racional y complejo que expresa la capacidad mental que todos los seres humanos tenemos para ordenar, dar sentido e interpretar la información disponible en nuestra mente de la realidad percibida, y a partir de ello crear nuestros conceptos.
    Dependiendo de la interpretación o del sentido otorgado a los pensamientos, éstos podrán conceptualizar nuestra experiencia o realidad de un modo o de otro, e incluso activar determinados sentimientos.
    El vocablo emoción proviene del latín emotio que deriva a su vez del verbo emovere. Tiene las acepciones de mover, remover, así como la de turbación y agitación del ánimo. Las emociones son el resultado de la evaluación de una situación por parte del organismo. Tanto las emociones como todas las reacciones corporales asociadas a ellas, sirven de base para los mecanismos básicos de la regulación de la vida, es decir, se encuentran fundamentalmente al servicio de la supervivencia.
    Las emociones son intensas y de corta duración, preceden al sentimiento y dependen de las sensaciones y de las percepciones.

Para la Terapia Gestalt, la emoción es:

"[...] la conciencia inmediata e integradora de la relación entre el organismo y el entorno. (Es la figura en primer plano de varias combinaciones de propiocepciones y de percepciones). Por conciencia inmediata entendemos la experiencia sentida vivencialmente de lo que ocurre en la interacción entre la persona y su entorno. Como tal, es una función del campo"

Perls, Hefferline y Goodman

"La emoción es una unificación, o tendencia unificadora, de determinadas tensiones fisiológicas con las situaciones del entorno [...] Da, por lo tanto información sobre lo que ya está aquí, [...] y sobre los objetos apropiados a las necesidades"

Jean-Marie Robine

Es importante la idea introducida por Jean-Marie Robine de que la emoción no surge simplemente como una reacción frente a algo, sino que tiene una intencionalidad, es decir, busca la satisfacción de una necesidad.

Sentimiento

    El sentimiento es un estado del ánimo producido por ciertas causas (alegres y felices, o dolorosas y tristes) que lo impresionan.
    El sentimiento surge como resultado de una emoción que permite que el sujeto sea consciente de su estado anímico.
    El sentimiento es la representación y la elaboración cognitiva de determinadas experiencias como: las emociones, las percepciones, el estado del cuerpo, los recuerdos y los pensamientos del estado del cuerpo en un proceso reactivo.
    El sentimiento suele ser poco intenso pero de una duración mayor que la emoción.
    Los sentimientos sanos permiten una dinámica cerebral fluida, dando como resultado un estado anímico feliz, pero necesitan de una razón o cauce para ser satisfechos y hacernos sentir equilibrados. Nunca hay dos situaciones iguales ni dos personas que manifiesten exactamente la misma intensidad del sentimiento desencadenado por un evento común a ellos.
    Los sentimientos no siempre vienen acompañados por acontecimientos externos. Un sentimiento lo podría activar un pensamiento. Ejemplo.: el sentimiento de tristeza por la muerte de un ser querido: nos acordamos de esa persona y a raíz de ese pensamiento sentimos tristeza.
    El pensamiento produce el sentimiento del mismo modo a como lo produciría un acontecimiento externo. Pero no es el pensamiento el que necesita ser procesado sino el sentimiento, y más aún, lo que necesita ser liberado es la emoción que surge a causa del sentimiento.

Diferencias entre la sensación y la percepción

Ya hemos descrito anteriormente a la sensación como la impresión que nos produce algo y que es captada por los sentidos, una impresión que, expresado en términos gestálticos, surge en el contacto inicial entre el organismo y el entorno. Pues bien, del mismo modo, la percepción es la manera en que el cerebro de un organismo interpreta los estímulos sensoriales recibidos a través de los sentidos para así crear una impresión consciente de la realidad física de su entorno. Igualmente, al hablar de percepción nos referimos al conjunto de procesos mentales mediante los cuales el individuo selecciona, organiza e interpreta la información proveniente de estímulos, pensamientos y sentimientos, a partir de su experiencia previa y de una manera lógica o significativa

¿Cuál es pues la diferencia entre la sensación y la percepción? Muy sencillo, la diferencia estriba en que en esta última no hay elementos cognitivos.

    La percepción es el resultado de la organización e integración de las sensaciones en una conciencia de los objetos y sucesos ambientales.
    La percepción es el resultado de procesos psicológicos en los que se atribuye un significado a todo aquello que procesan inicialmente los órganos de los sentidos.
    La percepción es aquello que es captado por los sentidos, adquiere un significado y es clasificado en el cerebro. Suele decirse que la sensación es lo que precede a la percepción.
    La percepción depende de nuestros sentidos y son nuestros sentidos (olfativo, auditivo, visual...) los que nos dan la información requerida para nuestra supervivencia. Al mismo tiempo, los sentidos nos permiten percibir y aprehender la realidad.
    Nuestra percepción también se encuentra matizada por nuestra historia personal. Experiencias agradables vividas en nuestra historia, producirán emociones y sentimientos agradables. Por el contrario, situaciones vividas de un modo desagradable, producirán emociones y sentimientos desagradables. Si la experiencia vivida es tan desagradable que llega a ser traumática, la percepción de la misma podrá distorsionarse hasta el extremo de llegar a bloquear la percepción.
    La percepción es también un proceso integrador de experiencias nuevas necesario para que se desarrolle la consciencia. De la simbolización o significado que le otorguemos a lo percibido, se generará una emoción y un sentimiento, por ello, la conciencia dependerá tanto de la percepción como de la simbolización que hagamos de la realidad.

En la Terapia Gestalt, las emociones y los sentimientos tienen una función importante en el proceso de crecimiento del individuo, pues pueden ser el síntoma que detecte situaciones inconclusas y experiencias obsoletas, debido a que las emociones y los sentimientos son elementos que surgen de forma espontánea y real en la relación del organismo con el entorno, y son capaces de revelar aquello que la persona no llega a expresar verbalmente.

Aplazamos los mensajes a los que no queremos enfrentarnos,por miedo al dolor
Clotilde Sarrió - Terapia Gestalt Valencia

BIBLIOGRAFIA:

- Castilla del Pino, Carlos (2000). Teoría de los sentimientos. Tusquets Editores.

- Muñoz Polit, Myriam (2009). Emociones, sentimientos y necesidades. Una aproximación humanista.

Este artículo está escrito por Clotilde Sarrió Arnandis y se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España

Imagen: Imágenes Gratis