►Pensamientos irracionales: 15 ejemplos comunes con reflexión

Por Psicmarissa @m_glover21


Existen muchos ejemplos de pensamientos irracionales que podría darte a conocer y que posiblemente uno o varios te resulten familiares. En este artículo: Pensamientos irracionales: ejemplos comunes con reflexión, te daré a conocer 20 de ellos.

Hay que tener en cuenta que todos podemos tener pensamientos irracionales, la inteligencia no hace a alguien sea inmune a este tipo de pensamientos.
La importancia de hacer consciencia de ellos es que nos da la oportunidad de modificarlos por otros que nos ayuden a mejorar nuestra perspectiva de vida no por ser más optimistas sino para ser más objetivos y tener un mayor sentido de la realidad.

Pensamientos irracionales: Ejemplos más comunes


  1. No intentaré nada nuevo a menos que sepa que voy a ser bueno en eso. Una gran cantidad de personas tienen este tipo de pensamiento irracional y limitante que no les permite si quiera dar el primer paso hacia las cosas que realmente les importan.

    Temen tanto al cambio y a fallar en el intento que no se dan cuenta que todo tipo de cambios y riesgos que tomen con sentido son los que verdaderamente ayudan a crecer y a superarse.

    Es imposible ser bueno en todo, pero eso no quiere decir que no se deban de intentar cosas nuevas y disfrutar de otras experiencias.

  1. Es más fácil evitar problemas que lidiar con ellos. Algunas personas tienen la creencia de que la felicidad es la ausencia de problemas y nada más alejado de la realidad.

    Los problemas forman parte de la vida cotidiana por lo que es incluso frustrante pretender eliminarlos o evadirlos. Irónicamente cuanto más evadimos los problemas y menos nos atrevemos a enfrentarlos, más persisten.

    Así que no tiene sentido seguir adoptando este tipo de pensamiento y actitud en la vida, lo mejor que podemos hacer es aceptarlos como parte de ella y aprender a enfrentarlos.

    Hay que recordar que cada problema que se nos presenta en la vida es una oportunidad para crecer.

  1. Mis emociones están fuera de mi control. A veces tenemos la creencia de que somos incapaces de controlar nuestras emociones, sin embargo, a pesar de que es inevitable experimentarlas, siempre podemos hacer algo por gestionarlas mejor.

    Por ejemplo, puede ser innevitable sentir enojo cuando un compañero de trabajo hace algo por fastidiarnos el día.

    Pero a pesar de ello, podemos elegir hacer cosas para tratar de tranquilizarnos como respirar profundo y/o alejarnos un momento de esa persona para después con más calma enfrentar la situación de forma más asertiva y sin permitir que el enojo ser convierta en ira.

  1. Soy inferior a los demás. Las personas que tienen una baja autoestima suelen adoptar con frecuencia este tipo de pensamiento irracional, lo cual las hace experimentar emociones como tristeza, desesperanza, sentimientos de culpa e inutilidad, etc.

    La realidad, como sabemos es que no somos inferiores a alguien más por el simple hecho de que todos somos distintos.

    Todos tenemos cualidades que nadie más puede experimentar de la misma manera y otras personas tienen otras que no podemos experimentar nosotros mismos.

    Reconocer nuestras propias fortalezas y centrarnos en ellas sin preocuparnos por los demás sin duda ayuda a que mejoremos esa percepción negativa acerca de nosotros mismos y por lo tanto que nos sintamos mejor.

  1. Cuando alguien no está de acuerdo contigo es porque tiene algo contra ti. Algunas personas tienen la sensación de que cuando otra persona les lleva la contraria expresando una opinión distinta a la propia los está atacando.

    Incluso hay quienes prefieren decirle siempre que “si” a alguien y no expresar su opinión en caso de ser distinta porque creen que “es lo que se debe de hacer”.

    Es perfectamente normal que una persona tenga una opinión distinta a la nuestra, es imposible estar de acuerdo en todo con alguien y no pasa nada porque la otra persona quiera dar a conocer la manera en la que percibe las cosas.

  1. Si alguien me critica es porque debe de haber algo mal en mí. La mayoría de las personas no tomamos bien las críticas e incluso tratamos de evadirlas lo mejor posible porque elegimos tomar lo que dice la otra persona acerca de nosotros como una realidad.

    Hay que tener en cuenta que una cosa es lo que opinen las demás personas de uno y otra lo que uno sabe que es.

    Hay personas que critican incluso por placer y por querer hacer daño a otras, existen otras que prefieren hacer críticas constructivas, etc. Sin embargo, eso no significa que tenga que haber algo malo en nosotros mismos.

  1. Siempre debo buscar la aprobación de los demás para sentirme bien conmigo mismo. Adoptar con frecuencia este tipo de pensamiento irracional hasta volverlo una creencia sin duda es algo que puede hacernos mucho daño ya que es imposible complacer a todo el mundo.

    No tiene sentido siquiera intentarlo, así que lo que más importa es aceptarnos a nosotros mismos y buscar nuestra propia aprobación.

  1. Mi pasado es la parte más importante de mi vida y seguirá dictando cómo me siento y las cosas que hago. Hay personas que se sienten condenadas a ser o a actuar de alguna manera debido a su pasado.

    A pesar de estar en el momento presente (que es lo que más importa), tienen su mente enfocada en aquello que vivieron antes.

    ¿Qué sentido tiene seguir viviendo del pasado?, ¿qué es lo que has aprendido de ese pasado que puedes aplicar en tu día a día?

    El pasado ocurrió para enseñarnos nuevas lecciones vitales para aplicarlas hoy pero no para influir de forma negativa en nuestro presente.

  1. Si hago las cosas por mí mismo, seré considerado egoísta. Siempre es bueno hacer cosas por los demás porque eso incluso nos da felicidad y un sentido de vida.

    Sin embargo nunca debemos de olvidarnos de nosotros mismos y hacer cosas también para nosotros, eso no significa que seamos egoístas, al contrario, si estamos bien con nosotros mismos podremos ayudar mejor a los demás.

  1. Si me siento feliz con la vida, seguramente algo saldrá mal. Este pensamiento irracional es bastante común.

    Cuando nos suceden cosas muy buenas, podemos sentir que no las merecemos y comenzar a creer que seguramente nos pasará algo malo después.

    Hay que recordar que merecemos ser felices y que nos ocurran cosas muy buenas, ¿por qué no? No hay que permitir que los pensamientos irracionales nos empiecen a sabotear en los momentos felices.

  1. No merezco el éxito. Si tienes muy seguido este tipo de pensamiento corres el riesgo de albergarlo como una creencia y de que realmente no llegues a conseguir lo que quieres simplemente por sentirte indigno de ello.

    ¿Por qué no habrías de merecer el éxito? Todos merecemos que nos ocurran cosas buenas en la vida.

  1. Cuando tengo miedo de que me suceda algo aterrador o peligroso debo de obsesionarme pensando en ello para “tratar de controlarlo” y evitarlo. Esta creencia también suele ser muy común y se da más en personas con ansiedad.

    Se piensa de manera irracional que el estar pensando una y otra vez en aquello que temenos nos da la oportunidad de controlarlo cuando realmente no podemos tener el control sobre ese suceso.

    ¿Por qué no elegir soltar y dejar de preocuparnos por cosas que no están en nuestras manos?

  1. Fui rechazado, lo que significa que hay algo mal conmigo. Este pensamiento es muy común sobre todo en personas que han sido rechazadas en una relación de pareja.

    Por lo que comienzan a adoptar la creencia de que son indignos de amor y que nadie más los va a aceptar como son.

    Nada más alejado de la realidad, el que una persona nos haya rechazdo no significa que las demás tengan que hacerlo.

    Es normal que hayan personas que no tengan los mismos ideales que nosotros y que no coincidamos, esto no quiere decir que hay algo mal en nosotros, solo que no hemos conocido a la persona indicada.

  1. Debo controlar todo lo que me suceda y a otras personas porque de eso depende como me siento. ¿En cuántas ocasiones no hemos sufrido por intentar controlar cosas que están fuera de nuestro control?

    Es muy común enfadarnos, culparnos y sufrir por las cosas que ocurren y/o por las acciones de las demás personas.

    Sino somos conscientes de que no somos responsables de eso que nos ocurre y que no nos agrada seguiremos sufriendo por cosas que son imposibles como esas.

  1. La vida tiene que ser justa para todos. Esta es otra cosa de las que no está en nuestras manos controlar.

    Sin duda si nuestras acciones son buenas seguramente la mayoría de las cosas que recibamos también lo sean pero eso no va a determinar que tenga que ser siempre así.

    Hay ocasiones en la que ocurren cosas que no van a ser para nada justas y que pos supuesto no siempre está en nuestras manos controlar.

¿Qué te parecieron estos ejemplos de pensamientos irracionales?, ¿te pudiste identificar con alguno de ellos?, ¿te ha ayudado a mejorar la percepción que tenías? ¡Me gustaría saber tu opinión!


Si quieres informarte aún más acerca de este tema te recomiendo leer este post:Pensamientos irracionales y distorsiones cognitivas