Los pepinillos en vinagre son los protagonistas de esta última comparativa del año 2016. Se trata de un aperitivo que no gusta a todo el mundo debido a su intenso sabor ácido. Por eso existe la variante de los pepinillos agridulces, más suaves al paladar, pero (lógicamente) contienen azúcar.
Si no eres muy exigente, el panorama no está mal. Ahora bien, si quieres evitar los aditivos, el azúcar, los sulfitos y el exceso de sal, la elección se convierte en una misión imposible.
Tabla comparativa
La presencia de sulfitos en la mayoría de productos es lógica debido al vinagre de vino. Por este motivo, las personas que ya presentan intolerancia a los sulfitos no deberían arriesgarse a consumir este producto. A propósito de los aditivos, hay bastante en donde elegir, especialmente en la variedad agridulce. Sin embargo, en el extremo opuesto aparecen marcas que utilizan hasta siete sustancias distintas. En color amarillo solo aparece el conservante sorbato potásico, E-202, con el que algunas personas experimentan reacciones alérgicas.
En rojo
- E-211, benzoato sódico. Este conservante puede generar residuos de sustancias organocloradas neurotóxicas. Y no olvides que es tóxico para perros y gatos, así que mucho cuidado con que tu mascota se acerque a algún producto que lo contenga. En este enlace puedes consultar otros posibles efectos de su consumo.
- E-220, dióxido de azufre; E-223, metabisulfito sódico; E-224, metabisulfito potásico. Se trata de derivados del azufre que genéricamente se conocen como sulfitos y que se utilizan como conservantes. Los sulfitos son alérgenos de declaración obligatoria en el etiquetado que, en teoría, solo afectan a quienes tienen una especial sensibilidad hacia ellos. Lo que ocurre es que no están claros los motivos por los que aparece (o desaparece) esa sensibilidad. Uno de las causas podría ser una excesiva exposición a los sulfitos. Por eso recomiendo evitar su consumo, siempre que existan alternativas. Entre sus efectos negativos para la salud se encuentran graves reacciones de hipersensibilidad como crisis asmáticas, urticaria, alteraciones gastrointestinales e incluso crisis anafiláctica.
- E-621,glutamato monosódico; E-627, gualinato disódico; E-631, inosinato disódico. Estos potenciadores del sabor se utilizan teóricamente para hacer que el producto alimenticio resulte más sabroso al paladar, aunque muchas veces se usan para enmascarar ingredientes de baja calidad o, incluso, ocultar la inexistencia de ingredientes (para simular el sabor a anchoa sin utilizar anchoas). En cuanto a sus posibles efectos sobre la salud, el E-621 puede generar reacciones de diverso tipo en personas sensibles (dolor de cabeza, congestión facial...); se desaconseja su consumo a personas con asma y también está desaconsejado a los bebés y niños. El E-627 y el E-631 en dosis elevadas se transforman en ácido úrico. Y, además, la mayoría de ellos estimulan el apetito por lo que es más difícil sentirse saciado y se tiende a comer más de la cuenta.
Mucha sal
El otro problema que presentan los pepinillos en vinagre es la elevada cantidad de sal que contienen. La Organización Mundial de la Salud recomienda que la ingesta máxima de sal en un adulto sea, como máximo, de 5 mg. al día. Se considera que un producto que contenga más de 1,5% de sal (1,5 mg. por cada 100 de producto) contiene demasiada.
Por tanto, en cuanto a los aditivos no hay que preocuparse ya que existen bastantes marcas que no llevan ninguno. En lo que sí hay que tener especial cuidado es en elegir aquellos cuya cantidad de sal sea la más baja posible. Recuerda que el 45% de los infartos y el 50% de los ictus están asociados al consumo excesivo de sal.
Fuentes
- " ¿Veneno en su plato?". Editado por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).
- " Guía completa de aditivos alimentarios".
- " Tabla de aditivos. Los números E "