Alexandra explica estas vivencias de manera que entendamos que nuestra realidad diaria cambia en función de cómo se levantaba cada mañana o simplemente por haber tenido una discusión en casa o por estar atravesando por una mala racha personal, pero sucede lo mismo si potenciamos nuestros aspectos más positivos, lo que hace la vivencia de las emociones positivas es ampliar nuestras posibilidades, lo que transforma nuestra realidad. Para entender esto les planteo que hagan un experimento muy sencillo, vamos a salir a dar un paseo por nuestra ciudad, pero nos vamos a poner por reto intentar ser conscientes de alguna realidad que elimine esa localización que sucede en nuestra mente para centrarse en una realidad concreta, la más cercana, y nos vamos a plantear estar presentes de todas las zonas verdes que tienen nuestra ciudad, o del estado de las aceras, o de los edificios únicamente, cada vez que obligamos a nuestra mente a centrarse en un tema concreto, nuestra realidad varía, cambia. La autora nos cuenta como dio 10 paseos por su ciudad, todos ellos acompañados por personas distintas: economistas, arquitectos, médicos, etcétera. Lo curioso es que nuestra realidad cambia cuando sacamos a nuestra mente de la rutina, de sus preocupaciones, de nuestro estrés diario. Por lo tanto, tú puedes cambiar tu experiencia diaria de cada momento de tu vida, nuestro mundo dispone de un potencial y de unas posibilidades únicas, pero nosotros centramos nuestra realidad en función de nuestra actitud ante nuestra vida, de nuestro pensamiento positivo, de nuestro optimismo, es decir, nuestras vivencias emocionales de carácter positivo amplían además nuestra visión de esa realidad y nos permite transformarla. Te atreves a llevarlo a cabo: Transforma tu vida. *Psicólogo y miembro de la Sociedad Española de Psicología Positiva
@jriveroperez