Un estudio publicado en el British Medical Journey (BMJ), desmonta algunos de los mitos médicos más arraigados dentro de la cultura popular. Según este estudio, el calor no se escapa por la cabeza, con más intensidad que por cualquier otra parte del cuerpo, algo que según los expertos era casi una afirmación desde que en un manual del ejército estadounidense se publicó que “entre el 40 y el 45% del calor del cuerpo se escapa por la cabeza“.
“El mito proviene probablemente de un viejo estudio militar en el que los científicos pusieron a varios individuos trajes de supervivencia ártica (pero sin gorros) y midieron su pérdida de calor corporal en temperaturas extremadamente frías“, se afirma en un estudio realizado por unos investigadores de la Universidad de Indiana. ”Al no cubrirles la cabeza, se llegó a la conclusión errónea de que los seres humanos empezamos a congelarnos por arriba, es decir por la cabeza“. Nada más lejos de la realidad.
¿Pero y qué pasa con las orejas? Mucha de la gente que se protege la cabeza con gorros, boinas o sombreros (cada vez hay modelos más glamourosos, sobre todo para chicas), dejan al descubierto las orejas, quedando así a la intemperie y desprotegidas del frío. A no ser que llevéis el pelo largo de tal manera que queden cubiertas, vuestras orejas están más expuestas a las bajas temperaturas y al viento, por lo que es aconsejable que las protejáis con unas orejeras (hay modelos muy divertidos) o bien con un gorro que las mantenga cubiertas.
Pero, ¡ojo!, los niños son otro asunto. Es recomendable que los niños lleven siempre la cabeza, orejas y cuello debidamente protegidos del frío, mediante un gorro que cubra la cabeza y las orejas, (o gorro y orejeras) y una buena bufanda para que les proteja el cuello de las bajas temperaturas!!!
Besos desde mi blog!!!