Comer sano. Es muy difícil mantener una dieta para perder peso, pero es posible conseguir bajar los kilos de más y además adquirir unos hábitos alimenticios saludables. Esto es lo que se desprende el último libro escrito por el periodista científico, Ramón Sánchez-Ocaña, 'Perder peso para dummies'.
El objetivo del libro 'Perder pedo para dummies' tiene una doble vertiente. Por un lado advertir de los peligros de las dietas milagro y por otro del incremento de la obesidad infantil y los problemas de salud que acarrea esta conducta. Para Ramón Sánchez-Ocaña, 'sabemos comer, sin embargo no nos apetece hacerlo bien' y es que, en la sociedad occidental hemos adquirido dietas ricas en grasas y azúcares que hace aumentar nuestro peso.
El mantener un peso ideal no es una cuestión de estética, sino de salud. Existen suficientes evidencias científicas que relacionan la obesidad con la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cánceres. Para Sánchez-Ocaña la obesidad es una enfermedad crónica y como tal ha de tratarse con un estilo de alimentación saludable y perdurable en el tiempo. Es en este punto donde nos encontramos con el principal escollo, las dietas preparadas para bajar peso suelen ser aburridas, (plancha, asado...) además de incorrectas. 'Grande Covián aseguraba que la carne ha de ser la guarnición del plato y no al revés' nos recuerda Sánchez-Ocaña, por eso, igual de importante es comer bien como el preparar esos platos de manera diferente.
Sin embargo, el libro recuerda que lo más importante para una dieta no es la eliminación de grasa, sino estar concienciados de que queremos bajar de peso y para ello hay que ponerse en manos de expertos endocrinos que nos indiquen qué comer y en qué cantidad. El peligro de las Dietas Milagro es que suelen eliminar grupos de alimentos que son necesarios. 'recordamos que la dieta de los presidiarios que estaban delgados era agua y pan, el pan por sí solo no engorda, lo hace junto con la salsa' nos recuerda el periodista entre bromas.
Estas dietas, que prometen perder más de un kilo a la semana, lo que realmente hacen es eliminar masa muscular y agua, pero la grasa permanece, y como en sí son tan drásticas y complicadas de mantener en el tiempo como la Dunkan o la Atkins, lo que provoca es el temido efecto yo-yo.
Pero aquel que piense que sudando se pierde peso también está equivocado. La realización de ejercicio no adelgaza por sí mismo, sino que permite que el organismo queme más calorías si éste es aeróbico, intenso y de duración extensa en el tiempo, pero siempre ha de ir acompañado con una dieta correcta. En este sentido, Ramón Sánchez-Ocaña recuerda que ahora tenemos los índices más altos de obesidad infantil porque los niños se mueven menos que en las generaciones anteriores e ingieren productos ricos en grasas y azúcares y muchas menos verduras, frutas y pescados. Esto se debe, principalmente a la educación recibida en casa. 'Si los padres comen siempre ensalada de primero, el niño verá normal comer ensalada de primero'.
**Publicado en "PR SALUD"