Algo que hasta hace un tiempo era harto frecuente y que ya no lo es tanto: los regalos que los pacientes ofrecen a los médicos no constituyen una práctica tan habitual como llegó a serlo antaño.
Hace unos 20 años tuve ocasión de pasar unos días en casa de un familiar nuestro, era médico de un pueblecito del Bierzo (León)... Recuerdo que llegó hasta a sorprenderme la procesión de personas que venían a traerle presentes a casa, hasta el punto de que generalmente nunca necesitaba comprar nada para su manutención, recibía además cantidades suficientes como para abastecer también, con todo tipo de vituallas, los hogares de algunos de sus familiares más allegados.
En el presente estos regalos son bastante mas escasos, fundamentalmente en el medio urbano, mostrando además alguna tendencia a concentrarse en determinadas épocas del año, como las Navidades...
Pero cuando eres médico eventual, suplente por espacio unas semanas, el que te hagan un regalo es, según creo, un gesto muy especial: hoy una paciente a la que sólo he visto un par de veces y a la que probablemente no veré más, en una actitud de humilde y desinteresado agradecimiento, ha venido expresamente a traerme esta colonia que contribuirá a mejorar mi aroma en cuanto comience a usarla... Vaya por delante que de momento me hipertrofió la autoestima...