Sin embargo, los clinicos pueden elegir entre varias pruebas durante la evaluación de un individuo con demencia, incluyendo PET. En este estudio, realizado en una clínica de neurocomportamiento de atención terciaria, el objetivo fue de determinar el beneficio de utilizar esta modalidad para evaluación de demencia. Se revisan los registros de 46 pacientes que se habían realizado PET antes de ser referidos a la clínica.
Los diagnósticos consensuados de los médicos autores del trabajo y las interpretaciones de PET externas difieren en el 65 % de los casos. De 22 interpretaciones definidos como falsos positivos de AD en PET, los autores diagnostican demencia frontotemporal (9 %), diagnósticos psiquiátricos (27 %), hallazgos normales (9 %) y otros diagnósticos (54 %; por ejemplo, deficiencia de B12, demencia alcohólica, enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, deterioro cognitivo leve y demencia de enfermedad de Parkinson). Neuroradiólogos interpretan sólo el 11 % de las exploraciones previas.
Es importante considerar que modalidades de diagnóstico también requieren la incorporación de una evaluación clínica completa y exigen un nivel de experiencia en la interpretación. Varias de las malas interpretaciones tenían implicaciones clínicas importantes, además de las graves consecuencias para los pacientes a quienes se dijo erróneamente que tenían AD. Este estudio de PET debe ser una advertencia para modalidades de diagnóstico que puedan utilizarse en forma demasiado entusiasta, que en esta caso, tienen dudosa sensibilidad y especificidad.