Uno de los que nunca defrauda es Dries Van Noten. Una colección inspirada en la decadente y extravagante vida de la Marquesa de Casati, marcada por la estética tomboy, el terciopelo y los colores oscuros.
La diseñadora británica Stella McCartney también se dejó seducir por la estética tomboy con una colección con volúmenes y mezcla de texturas, en una colección funcional con prendas para mañana y noche.
La extensa colección de Valentino tampoco defraudó. Tuvo una parte en negro, más sobria, que fue el contrapunto perfecto para las bailarinas de ballet en tonos nude y tul que venían después. Nada de mangas largas y cuellos altos esta vez las ninfas de las pasadas colecciones quedaron atrás.
Créditos: Vogue.