El libanés Elie Saab volvió a recurrir a la sensualidad femenina con tejidos vaporosos adornados con encajes y pailletes, escotes en V y cinturas marcadas.
Miu Miu, la "hermana pequeña" de Prada sorprendió añadiendo a esta colección de verano guantes y abrigos combinados con tops cortos.
Marc Jacobs creó un tablero de damas en amarillo y blanco para su desfile como diseñador de Louis Vuitton, al que las modelos accedían mediante escaleras mecánicas y desfilaban en pareja. Este estampado tablero tomó protagonismo en gran parte de la colección, de aires retro.
Apenas tres meses después de desembarcar en Paco Rabanne, la diseñadora Lydia Mawer presentó una colección en la que homenajeaba el mítico tejido de malla metálica. Una colección sexy, marcada por las transparencias y los cortes estratégicos.
Desde que Alexander McQueen falleciera, Sarah Burton tomó las riendas de la casa y colección tras colección, ha demostrado que merecía ser la sucesora del británico. Diseños estructurados y de corte futurista con brocados y bordados en tul y seda, flores y detalles metalizados son las claves de su propuesta.
Con Valentino llegó la sobriedad en tonos neutros y pastel y mucho encaje.
Chanel llenó de lujo el parque eólico que Karl Lagerfeld ideó como escenario de su desfile. Las perlas fueron protagonistas de sus diseños, así como la reinvención de las prendas de tweed y las siluetas oversize.
Saint Laurent estrenaba nuevo nombre (nótese la omisión de Yves) y nuevo diseñador. Hedi Slimane se inspiro en los cowboys y en las siluetas setenteras.
La española Amaya Arzuaga triunfó en París con una colección marcada por los contraste y el plástico como nuevo material en sus diseños.
Chloé dió protagonismo a los diseños con mangas XXL, flores de encaje, estampados y cristales.
Y hasta aquí hemos llegado.
Ahora toca repasar bien todas las colecciones, colocar ideas y sacar conclusiones, aunque yo lo he ido haciendo a medida que iba preparando estos posts, aveces estaba demasiado cansada como para apreciar de verdad los detalles detrás de cada prenda que veía.
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