Picasso, ilustrador

Por Arela
"O Curioso Impertinente" me ha enviado una serie de textos e imágenes sobre las ilustraciones de Picasso. Le agradezco esta aportación que me parece muy interesante, pues supone un punto de vista diferente a las entradas que inicié con el grupo de "IMÁGENES Y PALABRAS". En aquellas, la obra de arte se descontextualiza ya que no surge para ilustrar un libro; en esta nueva propuesta se auna la colaboración entre el escritor o el editor y el pintor. He añadido algunas imágenes de la página de la "Fundación Pablo Picasso" así como otras estupendas que, casualmente, encontré en la página de la "Franklin Bowles Galleries".
PICASSO Y LOS LIBROS
A lo largo de todo su recorrido artístico, Picasso realizó muchas ilustraciones de libros lo que permite observar una panorámica de su evolución como artista. Cubismo, clasicismo, surrealismo, abstracción… todo está en los libros que ilustró.
Los libros en que Picasso interviene como ilustrador, muestran las diferentes posibilidades de ilustrar un libro en el siglo XX.
Picasso colaboró con diferentes autores, desde los clásicos griegos a los contemporáneos. A veces como único artista y otras compartiendo las ilustraciones con otros artistas, trabajando para los editores más poderosos o de forma desinteresada para los amigos. En sus ilustraciones aplica todas las técnicas desde las más valoradas -grabado, linóleo, litografía- hasta las más sencillas -fotomecánicas o el offset-, pues desde el punto de vista creativo todas tienen la misma importancia.
Picasso ilustró 156 libros que fueron publicados entre 1905, en plena época rosa, y 1974.
PICASSO Y LOS LIBROS: exposición en que se presentó una recopilación de 25 volúmenes en los que Picasso interviene como ilustrador, y que están datados entre 1923 y 1972.

Así, en esta exposición pueden contemplarse muestras del mejor cubismo, como sucede en los libros Le siège de Jérusalem (1914) de Max Jacob y Du cubisme (1947) de Albert Gleizes y Jean Metzinger ...del clasicismo tal como se observa en Le Chef- d'oeuvre inconnu (1931) de Honoré de Balzac...o en los poemas de Píndaroy en Lysistrata (1934) de Aristófanes

O en la "Metamorfosis", de Ovidio...del inquietante surrealismo que se manifiesta en Contrée (1944) de Robert Desnos.

Para ilustrar el poemario Contrée, editado en mayo de 1944, del poeta surrealista Robert Desnos, amigo de Picasso desde los años veinte, arrestado el 22 de febrero de 1944 por la Gestapo por su implicación en la resistencia francesa, y muerto el 8 de junio de 1945 en el campo de concentración de Terezin, Picasso eligió una estampa realizada el 23 diciembre 1943, Figura sentada vista a la vez de frente y por detrás (Dora Maar), en la que parece que combina el rostro femenino con el hocico de un perro. En esta ocasión como en otras muchas, la intención no es ilustrar el texto, sino enriquecerlo con una estampa en el frontispicio, que a su vez se reproduce en veintitrés fragmentos a lo largo del libro.
EL LIBRO: DIÁLOGO ENTRE EL ESCRITOR Y EL ARTISTA
... el vitalismo mediterráneo que impregna Dos contes (1947) de Ramón Reventós
...los experimentos con la abstracción de Le chant des morts (1948) de Pierre Reverdy
...los homenajes a la cultura española presentes en Vingt poèmes (1948) de Luis de Góngora Los “Veinte poemas” de Góngora fueron ilustrados por Picasso con 41 aguafuertes y aguatintas al azúcar. Realizados entre febrero de 1947 y marzo de 1948.
Los poemas, manuscritos por Picasso en español, son precedidos por un aguafuerte a toda página y seguidos por la traducción francesa, en tipografía. El pintor otorga un valor estético añadido a los versos, con su enrevesada caligrafía. Los grabados constituyen una auténtica lección de dibujo; exceptuando el primero de ellos, un retrato de Góngora, se trata de rostros femeninos de muy variada caracterización pero todos de una extraordinaria elegancia y delicadeza; su depurado "clasici
smo" puede contrastar con la barroca y exuberante sintaxis de Góngora, pero se presta a su majestuosidad y, sobre todo, ejerce el justo acompañamiento visual a los manuscritos. "Vingt poèmes de Góngora" es, para muchos, uno de los mejores libros ilustrados por Picasso. Es, desde luego, un punto de arranque para sus idas y venidas, su juego y su mirada hacia el abigarrado mundo del barroco español, que en numerosas ocasiones le serviría de inspiración durante los años siguientes.
La Célestine (1971) de Fernando de Rojas.


COLABORACIÓN PICASSO - CELA
El Taller de Patrimonio Documental y Gráfico del IAPH ha dado por concluida la restauración de “Gavilla de fábulas sin amor” , obra de Camilo José Cela ilustrada con 32 dibujos a color originales realizados por Pablo Ruiz Picasso.
La colaboración entre el literato y el pintor pudo surgir en Cannes en el verano de 1960, cuando Picasso leyó ante varios amigos, entre los que figuraba Cela, algunos poemas que había escrito sobre su infancia malagueña. Un año después se inició la gestación del texto, para el que Picasso había realizado expresamente 32 ilustraciones sobre un papel especial de alta calidad fabricado por la mítica casa Guarro y que, a partir de entonces, se conocería como “papel Picasso”. El libro se compuso de forma manual y se terminó de imprimir en 1962 en el taller de la Sociedad Alianza de Artes Gráficas de Barcelona, bajo la supervisión de Jaume Pla, a cuyos herederos el Museo Picasso de Málaga compró este ejemplar en 2007.
Picasso realizó los dibujos con lápices, tintas y pasteles. Destacan por su trazo rápido y limpio, y el esquematismo característico del autor. Uno de los elementos singulares de “Gavilla” es la doble filigrana creada por el artista para esta obra, y que consiste en una marca de agua con el sol y la gavilla.

EL ENTIERRO DEL CONDE DE ORGAZ POR PICASSO
Publicouse na Editorial Gustavo Gili, de Barcelona, aló por 1969. Gustavo Gili, ademáis de amigo personal de Picasso, era editor e levaba tempo tentando editar obras ilustradas polo artista. Picasso realizara entre 1957 e 1959 un exercicio de escritura automática, na liña dos surrealistas, que pretendía ser unha homenaxe a El Greco. En agosto de 1966, amosuolle o poema ó editor e éste non dubidou en publicalo, o pintor preparou as ilustracións e pideu que Rafael Alberti se encarregara do prólogo, como así foi.