Cada vez se avanza más en el desarrollo de miembros inteligentes para personas a las que se le hayan amputado, y la sensación de tacto y pulso es muy importante. En la piel humana se percibe la presión como parte del contacto; se transforma en señales y se traslada al cerebro, creando la sensación de pulso.
La piel robótica capaz de replicar el tacto, como la de un humano
La piel es, en realidad, un sensor magnético y un circuito eléctrico que emite las señales convertidas en pulsos con varias frecuencias, dependiendo de la presión recibida. Esta tecnología se implantó en un dedo robótico, y fue capaz de percibir incluso el viento; también es capaz de percibir gota de agua y el movimiento de hormigas, excediendo en algunas situaciones la capacidad de sentir de la piel humana. Por lo que podríamos decir que esta piel robótica siente como un humano, pero mejor que uno.
Esta tecnología no solo ayudará en el ámbito de las prótesis inteligentes, sino también en el campo de los robots con Inteligencia Artificial. De hecho, será muy interesante para robots que realicen trabajos “manuales” donde el tacto es importante.