¿Te ha pasado alguna vez, que has encontrado fotos tuyas por Internet que no sabías que existían?
Igual algún amigo de un amigo, te la saco y después la puso en Facebook, Flickr, Picassa, u otras Redes Sociales……
Bueno y si además, te etiqueta en su Facebook y de repente te lo encuentras en tu muro… te quedas diciendo
¿pero a ti quién demonios te ha dado permiso para subir esta foto?
Si quieres conocer si alguna foto tuya circula por la red, realiza un poco de egosurfing, puedes usar ➡ Google Images.
Si a la caja de búsqueda arrastras una fotografía (pinchas con el ratón y la arrastras hasta ahí), el motor busca las páginas de Internet en las que está dicha fotografía (además te sugiere imágenes similares).
¿Cómo ha sido el resultado?
¿Te has encontrado solo las fotos que tú conscientemente has subido a Internet o te has encontrado alguna sorpresa?
Tanto si subes una foto tuya a Internet o si esa foto es subida por otra persona, hay que tener muy pero que muy presente que:
Cuando subes una foto a Internet, nunca más vuelve a ser tuya.
Es de todo el mundo, esta al alcance de todos.
¡Piénsalo mucho antes de publicar una foto!
Cualquier persona puede usar una imagen, es fácil solo hay que hacer clic en el botón derecho, seleccionar Guardar como y archivarla en una carpeta en el ordenador.
Si esa foto esta en Facebook, sabrás que Facebook no te manda una notificación cuando un usuario descarga una imagen de uno de tus álbumes. De hecho, Facebook no provee forma de seguir el rastro o la señal de las actividades dentro de un perfil de Facebook.
La mayoría de las empresas que ofrecen el servicio de almacenamiento de este tipo de archivos incluyen en sus cláusulas y términos de uso, contratos que les proporcionan derechos sobre lo que albergan sus servidores, sea creado por ellas o no.
Claramente pueden hacer lo que quieran con las imágenes que los usuarios suben a sus servidores.
Solamente perderán los derechos de esa foto cuando el usuario que la ha subido la elimine, pero puede ocurrir que esa foto ya haya sido compartida por otros usuarios.
Revisa la configuración de privacidad de tus perfiles en las Redes Sociales, si cualquiera puede ver tus fotos cualquiera puede descargarlas o reenviarlas o incluso utilizarlas.
Además, recuerda que las imágenes se pueden manipular fácilmente, con cualquier editor fotográfico, lo que puede resultar todavía más perjudicial.
“Nadie sabe lo que hace mientras actúa correctamente, pero de lo que está mal uno siempre es consciente”
(Goethe)