El artículo Piernas Menos Hinchadas en el Embarazo aparece en consejos
Durante el embarazo, especialmente en el último trimestre, la circulación se dificulta y se retienen líquidos, apareciendo molestias en las piernas, como hinchazón y sensación de cansancio. También pueden aparecer varices, que generalmente desaparecen después de dar a luz.
Algunas embarazadas notan este malestar en las piernas casi desde el principio del embarazo, pero lo normal es notarla a medida que el peso aumenta y el embarazo avanza, ya que la retención de los líquidos, sobre todo a nivel de los tobillos, se debe a los cambios hormonales y en el organismo que naturalmente se experimentan durante el proceso de gestación.
La alimentación influye de manera decisiva en la retención de líquidos. El exceso de sodio (sal) y la falta de agua son los dos elementos principales que favorecen que se acumule líquido en el organismo, haciéndose más difícil la circulación de la sangre y acentuándose el cansancio, las hemorroides y la celulitis.
Unos buenos hábitos de alimentación, ejercicio, y algunas sencillas acciones diarias pueden ayudar a aliviar la congestión de las piernas:
· El ejercicio físico suave, como caminar, es muy saludable durante el embarazo y ayuda a mejorar la circulación. Es muy recomendable hacerlo a diario, durante al menos 45 minutos.
· Consumir alimentos frescos, no procesados, que suelen tener demasiada sal y sodio, y moderar el consumo de sal a la hora de condimentar los platos.
· Una dieta rica en fibra reduce el riesgo de aparición de varices. Una dieta pobre en fibra favorece el estreñimiento, generando presión en el abdomen, lo que frecuentemente provoca insuficiencia venosa en las piernas. Esta situación debilita tanto las paredes de las venas como la pared del colon o intestino grueso y, en consecuencia, aumenta el riesgo de aparición de varices y de hemorroides.
· Los flavonoides son moléculas atioxidantes con acción antiinflamatoria y vasoconstrictora, que previenen y reducen la retención de líquidos. Se encuentran en frutas y verduras (sobre todo en los cítricos).
· Una ingesta de líquidos adecuada facilita la eliminación de toxinas y la depuración del organismo, evitando la retención de líquidos. Lo ideal es beber agua, aunque también puede completarse el aporte de líquidos con zumos, infusiones, sopas y caldos suaves y licuados de fruta y hortalizas.
· En caso de hinchazón de piernas, es beneficioso tumbarse de 15 a 20 minutos con las piernas en alto (2 ó 3 veces al día) para facilitar la circulación de retorno y reducir la inflamación, y acostarse sobre el lado izquierdo del cuerpo a la hora de dormir, ya que se favorece el flujo de sangre desde las piernas al corazón.
· No se recomienda la exposición directa al sol y a las altas temperaturas, las saunas, baños calientes o la depilación con cera caliente, ya que el calor tiene efecto vasodilatador sobre los capilares y se dificulta aún más la circulación.
· Realizar baños de contraste frío/calor. Empezar con agua caliente durante 3 ó 4 minutos y luego pasar a agua fría, durante 1 minuto y repetir esta operación 3 veces. Si no se tiene tiempo, al menos se puede acabar la ducha con un chorro de agua fría para tonificar las piernas.
· Masajearse los pies y las piernas al aplicarse cremas hidratantes y/o relajantes, siempre del tobillo al muslo.
· Evitar cruzar las piernas durante mucho tiempo, intentar mantenerlas en alto siempre que se pueda y dormir con ayuda de una pequeña almohada debajo de los pies.
· Emplear ropa cómoda, poco ajustada al cuerpo, y se puede considerar el uso de medias de compresión para prevenir la aparición de varices.
El uso de suplementos vasoprotectores, cuyos principios activos refuerzan las paredes de los vasos y facilitan la circulación, ha de ser siempre supervisado por un médico, así como las cremas descongestionantes de piernas, ya que no todas son aptas para usar durante el embarazo.