Todos tenemos un microondas en casa.
Es un electrodoméstico sin el que ya no podemos vivir, pero que sólo utilizamos para calentar el café
o recalentar comida, cuando se podría sacar un gran partido
si lo utilizáramos para "cocinar".
Se ahorra tiempo, electricidad, si lo comparamos con un horno convencional, y es mucho más limpio
que la cocina tradicional.
Los pimientos fritos, que tanto juego dan para guarniciones,
como para cualquier otro tipo de preparación, se hacen en unos minutos con mucha menos cantidad de aceite (rebajando calorías), y se evita fregar la sartén, la vitro, e incluso, los azulejos.
¡¡Pues a ello, que quedan estupendos!!
- Lavar y cortar los pimientos en tiras, eliminando todas sus semillas.
- Colocarlos en un recipiente apto para microondas, junto con unos dientes de ajo chafados para que den más sabor. Sa
lar y regar con un poco de aceite de oliva.
- Tapar el recipiente con una tapa o papel film y programar 8/10 minutos a la máxima potencia. Dependiendo de la cantidad de pimientos, y la potencia del microondas, tardarán más o menos en freir.
- A la mitad del tiempo, revolver para facilitar la cocción y comprobar si ya están en su punto.
- Añadir salvia, orégano, tomillo o las yerbas aromáticas que gusten, y servir.