Pinchazos en el pecho: Causas habituales y recomendaciones

Por Gabriel Giner @esaludcom

Uno de los síntomas a los que más se le suele temer, sobre todo en edades avanzadas de la vida, es sin lugar a dudas los pinchazos en el pecho. Y es que, automáticamente, solemos asociarlos con problemas del corazón, lo cual puede llegar a generar problemas severos de ansiedad que terminan por empeorar aún mucho más los síntomas, aumentando así la incertidumbre.

Sin embargo, es importante dejar muy claro que existen muchas razones por las cuales pueden surgir estos temidos pinchazos en el pecho. Y, la gran mayoría de ellas, ni siquiera tienen que ver con el corazón propiamente dicho. Si alguna vez has sufrido de esta dolencia y no supiste cómo abordarlo, esta es tu oportunidad de aprender. Estas son las causas más comunes de pinchazos en el pecho y algunas recomendaciones para abordarlos.

Pinchazos en el pecho por estrés y ansiedad

Aunque parezca como algo muy poco probable, en una gran cantidad de casos, aquellos pacientes que consultan por pinchazos en el pecho, es debido a situaciones de estrés o ansiedad que están atravesando en ese momento de su vida. Y es que estos estados emocionales se han asociado al curso de muchas patologías.

Para los profesionales de la salud está muy claro el hecho de que estos dos factores desencadenan una somatización que puede llegar a afectar a todos nuestros sistemas, empezando por el sistema cardiovascular y músculo-esquelético.

Es por ello que, en situaciones de alto estrés y de ansiedad, es frecuente que las personas tiendan a experimentar un aumento de la frecuencia cardiaca, falta de la respiración, aumento del tono muscular y, por consiguiente, los clásicos pinchazos en el pecho.

En estos casos, lo que se recomienda es acudir a medios de relajación como la meditación, actividades de esparcimiento y, como última instancia, la medicación por parte de un profesional.

Arritmias

Las arritmias son un trastorno relacionado con el ritmo o frecuencia cardíaca, que impiden que el corazón pueda latir como normalmente lo hace. Por lo general, estas aparecen en edades avanzadas o en personas que ya posean ciertos trastornos cardíacos.

A simple vista, es muy difícil saber cuándo un pinchazo en el pecho se trata o no de una arritmia, ya que este es un diagnóstico que se hace solamente tras la realización de un electrocardiograma.

Sin embargo, los síntomas suelen ser cansancio, dolor en el pecho, falta de la respiración y poco más.

Independientemente de la edad que poseas, si has empezado a experimentar este tipo de pinchazos en el pecho de la nada, sobre todo tras hacer ejercicio físico, lo primero que debes hacer es consultar a un cardiólogo para que te examine minuciosamente y descarte una arritmia.

En caso de confirmarse, deberás mantenerte bajo control médico y seguir las recomendaciones que tu especialista indique para llevar una vida tan normal como te sea posible.

Infarto de miocardio

Esta vendría siendo la causa más temida en la que la mayoría suele pensar cuando experimenta pinchazos en el pecho repentinamente. Si encima cumples con ciertos factores de riesgo como obesidad, edad avanzada, si eres fumador o si posees antecedentes familiares y/o personales de infartos, tus posibilidades de presentar un infarto son mucho mayores.

Aun así, los síntomas previos tras presentar un infarto de miocardio suelen ser un poco más identificables en la mayoría de los casos, ya que se trata de un dolor que se irradia hacia el cuello y el brazo izquierdo, que es constante y que más que un pinchazo se trata de una sensación de ardor o quemazón.

Si estos síntomas mencionados son los que llegas a sentir en alguna ocasión, es vital que te traslades a la emergencia de algún centro de salud para que seas examinado y se descarte algún trastorno cardíaco.

Angina de pecho

La angina de pecho ocurre cuando existe una disminución considerable de la sangre. Y, por lo tanto, del oxígeno que llega a nuestro corazón. Esta condición no necesariamente implica algo grave en nuestro cuerpo, ya que puede surgir, por ejemplo, cuando realizamos alguna actividad física realmente exigente.

Por lo general, estos síntomas son confundidos con los de un infarto, ya que también aquí se produce la misma presión en el pecho, náuseas y sudoración excesiva.

En caso de que experimentes estos síntomas, no debes dudar en acudir con un especialista para descartar así cualquier afección cardiovascular que pueda comprometer tu vida.

Espasmos musculares

De entre las causas más benignas de pinchazos en el pecho que pueden surgir, están los espasmos musculares.

Estos pueden ser producidos bien sea por situaciones de estrés o por la realización previa de algún esfuerzo físico exigente

En cualquier caso, por seguridad, siempre es importante descartar primero cualquier afección cardiaca asistiendo a algún especialista. Sin embargo, si el dolor no es tan intenso, puede probar con fisioterapia y analgésicos, así como también la utilización de compresas frías y calientes para ayudar a relajar tus músculos.

Pericarditis

Otra de las afecciones cardiacas que se pueden asociar a la presencia de pinchazos en el pecho es la pericarditis.

Para quienes no se encuentran muy familiarizados con el término, la pericarditis viene siendo una inflamación del tejido que envuelve y protege al corazón, que se le denomina pericardio.

Sin embargo, la pericarditis no es una condición que aparezca de la nada, sino que puede ocasionarse por infecciones virales, por bacterias o incluso hongos

Esto quiere decir que, además de los pinchazos en el pecho, la pericarditis acarrea consigo otro tipo de síntomas como lo son la fiebre, la congestión nasal, neumonía, dolores musculares generalizados y mucho más.

A pesar de esto, se trata de una enfermedad relativamente benigna, dependiendo de su gravedad.

Evidentemente, requiere de vigilancia médica estricta, por lo que deberás acudir al área de emergencias de un centro de salud para ser evaluado y que así puedas recibir el tratamiento indicado.

Problemas gastrointestinales

Por más improbable que pueda parecer debido a la poca relación que existe entre el pecho y el abdomen, en muchas ocasiones, el origen de los pinchazos en el pecho se encuentra en el sistema gastrointestinal.

Y es que, condiciones como la acidez y el reflujo gastroesofágico, pueden ser los causantes de que una persona empiece a experimentar de forma repentina algunos pinchazos en el pecho que pueden llegar a irradiarse a la parte de la espalda.

También, la presencia de gases abundantes, pueden causar estos clásicos pinchazos que, en diversas ocasiones, llegan a preocupar a quienes lo sufren.

En estos casos, lo más indicado sería empezar por adoptar una dieta sana, evitando así el consumo excesivo de carnes, alcohol, alimentos con altos contenidos de grasa, café y zumos cítricos.

Esto es lo recomendable siempre y cuando la causa original de los síntomas sea de origen gastrointestinal, sin embargo, es recomendable realizarse un chequeo íntegro para descartar cualquier otra posible causa que requiera tratamiento.

Costocondritis

La costocondritis es una condición que no discrimina edad, ni sexo, ni ocupación, ya que su origen suele ser esencialmente traumático. Suele deberse a una exigencia física que hayamos realizado en algún determinado momento.

Si bien es cierto que puede darse con mayor frecuencia en adultos mayores, los deportistas también pueden verse afectados por esta condición.

La costocondritis se acompaña de un dolor de tipo punzante que se ubica, usualmente, en el centro del pecho y que se puede irradiar a la espalda o al abdomen. Sobre todo, se suele exacerbar cuando respiramos hondo o tosemos, y disminuye si se respira superficialmente y cuando se guarda reposo.

El origen de estos síntomas es debido a la irritación de los nervios que recorren nuestro esternón y costillas, de ahí que los síntomas sean tan molestos para quienes los sufren.

Aunque el dolor suele desaparecer con los días, es recomendable tomar ciertos medicamentos como relajantes musculares y antiinflamatorios.

Es probable que, en algunos casos, suela solicitarse unos rayos X de tórax y otros análisis para descartar cualquier otro tipo de alteración.