Enseguida me puse a ello, no lo dudé. Siempre he sentido pasión por los pingüinos, me fascina verlos nadar, observarlos en sus movimientos. Así que, como lo ponían hiper fácil y daban las medidas y patrón tanto a punto como a ganchillo, ¡me puse manos a la obra!
Decidí tejer a dos agujas con restos que me quedaban de lana merina,. En un plis lo tuve hecho, localicé uno de mis peluches-pingüino y esperé a mis días de playa del verano para el reportaje.
También he leído la decisión de la Penguin Foundation de que los jerseis serán vendidos en peluches como el mío y el dinero recaudado se utilitzará para la limpieza de las aguas de esos deshechos petrolíferos. Podría ser una buena salida para tod@s los que hemos tejido para ellos.
Así es que, mi jersey se queda aquí parado. ¿Qué creéis: les hace bien o todo lo contrario? ¿Habíais tejido y se queda en casa o habéis enviado? ¡Contadme!
A mí me hizo ilusión tejerlo y enseñaros ahora las fotos, pero no lo tengo nada claro. Seguiré investigando. ¡Qué dilema!