Pintando un corazón de tiza en la pared

Por Jon Marín
                ¿Quién dijo que el grafiti era de vándalos y maleantes? ¿Aún quedan personas que piensan en el arte callejero como algo sucio fruto de la inadaptación social? Pues para ellos especialmente va la reseña de este proyecto: Luz nas Vielas, de los chicos de Boamistura.
La intervención se desarrolla en Vila Brasilândia, una de las favelas que proliferan en la periferia de Sâo Paulo. El proyecto, que utiliza anamorfismos, colores planos y palabras inspiradoras, tiene una fuerza estética impactante. No obstante, lo determinante en esta intervención artística es la implicación de la comunidad. Los autores de la obra no son ya los artistas de Boamistura, sino que han compartido todo el proceso de transformación del entorno con los lugareños, niños y mayores, dejando que lo hicieran suyo y convirtiendo el grafiti en un potenciador de toda la trama sociocultural del barrio y en un agente de identificación y empatía de los habitantes con su entorno.
o: ¿La calle es tuya? o El polvo que se ve o Las cosas cambian (o deberían)