Pipirrana de bacalao de almeria

Por Aixadalias


Hoy otra receta tradicional de mi tierra, una receta sabrosa, sencilla, de la tierra...basada en los productos que no faltaban en las despensas de nuestros padres y abuelos, los pimientos y tomates que se cultivaban en la primavera y cuando llegaba el verano y su máximo apogeo, se secaban al sol de justicia de Almería, tendidos en una caja o colgados de los balcones.
Los pimientos y los tomates secos, son ingredientes muy utilizados en la cocina almeriense, y protagonistas de muchos de nuestros platos más típicos, aunque cada vez son menos las personas que lo hacen de forma tradicional y casera, ya casi no se ven las "ristras" de pimientos colgadas de los balcones en nuestros pueblos, es una verdadera pena que éstas costumbres se pierdan y que las nuevas generaciones, ni siquiera sepan de la existencia de éstos productos, y menos el uso que se les da en la cocina. Las nuevas generaciones si los usan, tiran de la bolsita de tomate seco del super de turno (a precio de oro sobre todo si viene en aceite).
Aquí podéis ver el procedimiento de secado de éstas verduras y precisamente ahora tengo una ristra de pimientos secando en mi terraza, el sol y el viento de éstos días los está deshidratando rapidamente, yo se que no en todas las zonas de España se pueden deshidratar las verduras tan bien cómo en Almería, pero cuando encontréis tomates a buen precio o pimientos rojos finos podéis probar a secarlos en los balcones, además quedan preciosos y muy decorativos.

INGREDIENTES
2 pimientos secos
6 tomates secos
2 huevos cocidos
150 gr. de bacalao desalado en lascas
1 cebolleta
3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
8 aceitunas negras
ELABORACIÓN
Ponemos un vaso grande de agua en un cacito y la llevamos a ebullición, entonces añadimos los pimientos y los tomates secos y hervimos durante unos 3 ó 4 minutos para que se hidraten. Escurrimos y reservamos el agua para otra preparación*
Picamos los tomates y los pimientos quitando los pedúnculos y las granillas del pimiento, añadimos el bacalao desalado, los huevos cocidos, la cebolleta muy picada y las aceitunas. Colocamos en el bol dónde lo vamos a servir y lo aliñamos con abundante aceite de oliva virgen.
No es necesario añadir sal, es un plato que aunque el bacalao está desalado, queda muy sabroso, por lo que hay que añadir abundante aceite para suavizar y neutralizar la sal.
Se puede hacer también triturando la carne de los tomates y los pimientos y ligándola con el aceite, quedando la pipirrana como una crema, a la que se le añade el bacalao, las cebolletas, los huevos cocidos y las aceitunas.
Esta es una receta que cambia de una casa a otra, yo recuerdo que en mi casa también se hacía con bacalao asado en la lumbre directa, a  mi padre le encantaba y desde que él no está, mi madre no la ha vuelto a hacer, tendré que investigar cómo lo hacía.
***El agua que nos ha quedado de hervir los tomates y pimientos, nos vendrá genial para añadir a un guiso de carne, a una fideuá de pescado, a una sopa de pescado, a un guiso de habas tiernas.....y si no lo vamos a consumir podemos congelarlo y utilizarlo en otro momento.