El compuesto más duro es el que resulta ser el más difícil para hacerlo funcionar optimamente, siendo entre 120 y 145 ºC la temperatura óptima. Por el contrario, el hiperblando, se verá limitado a unas temperaturas óptimas de entre 85 y 105 ºC.
Los más usados a lo largo del año, el superblando, blando y ultrablando, tienen temperaturas óptimas de 90 y 105 ºC como mínimo, mientras que el medio y el duro 110 y 105 ºC respectivamente.
Esto es otro intento para mejorar el espectáculo en la pista.