Soy monocolor, lo confieso. Tres cuartas partes de mi armario son negras y el resto, salvo alguna honrosa excepción, de colores neutros. Me gustan los grises, los camel y los beiges en todas sus gamas. ¡Viva la alegría!. Mi madre, que es mucho más moderna que yo, y por supuesto sabe más de esto, creo que no lo termina de entender. Y "cariño" dice que un día me va a buscar y no me va a encontrar. No lo sabe él bien.... Quizás por eso cuando se puso tan de tendencia el nude, los colores empolvados.... mi sonrisa se iluminó. Pero como muchas veces he dicho el abuso no es un buen uso, y empiezo a estar de estos tonos hasta el moño. Conozco a alguien que cuando le dijeron que el nude se llevaba debió de comprar cinco kilómetros de tela, porque ni María Antonieta se empolvó tanto. Y lo curioso es que le da igual diferenciar el nude del rosa maquillaje, con tal de que entré en el bendito y elegante mundo de los "empolvados" ya es la reina de la elegancia..... Lo considero un buen color, es cierto, y sobre todo una buena inversión. Es algo así como el negro, siempre aciertas.... Pero ultimamente me gustaría meterlo un poco en el armario. Me estoy empezando a confundir y el otro día cuando veía la tan esperada por mi alfombra roja, me desesperé. Y no sé si por la hora o porqué pero a veces pensaba que estaba viendo la del año pasado, o que algunas repetían modelito, o lo que es peor se lo cambiaban entre ellas. Y que queréis que os diga, pero alfombras rojas no hay tantas, y que una corriente y moliente como la aquí presente no se atreva a sorprender, no quiere decir que espere de ellas lo contrario.... Por eso me estoy empezando a cansar de esto Y de esto también.... y doy gracias por ver este ... Lineas puras y bendita simetría, color pero sin estridencias, sencillez pero elegancia. No se necesita más....