Si os fijáis bien en los rincones todavía se ve alguna imperfección que la pintura ha tapado, pero que no ha desaparecido. Así se le puede dar una nueva vida a una vivienda de segunda mano algo deteriorada (o a un mueble) sin una gran inversión. Limpieza a fondo (a veces hay que rascar :P) y pintura blanca, para techos, paredes, suelos, muebles, puertas y ventanas. La diferencia puede ser tan espectacular como en este pequeño piso, donde se ve el paso del tiempo, pero la capa de blanco, el orden y una decoración estilosa y elegante han conseguido transformar del todo la vivienda.
Bonitos los contrastes de blanco, negro y madera oscura en la cocina, lo mismo que el papel de pared con motivos florales tan intenso del dormitorio y el del pasillo. Me gusta el toque femenino en este piso nórdico de 56 m², decir aquí que me alegro de como ha evolucionado, de los rosas, a los neutros, blancos y madera con toques de verde en plantas frescas. ¿Qué os parece? ¡feliz miércoles!
Vía: entrance