El pistache, o pistacho, es una semilla que forma parte del grupo de las oleaginosas o frutos secos (almendras, nueces, etc.).
Esta semilla es originaria de la región de Irán, Pakistán, Afganistán, Siria y Turquía. Sin embargo, debido a su sabor y grandes propiedades nutricionales, el pistache es cultivado en muchos lugares del mundo, siendo Irán uno de los países con mayor producción.
Cada 100 gramos (g) de pistaches aportan 600 calorías, 51 g de grasa, 17 g de proteína y 15 g de carbohidratos, aproximadamente.
Además de ricos, los pistaches contienen nutrimentos con grandes beneficios para nuestro cuerpo. Son considerados una buena fuente de proteína de origen vegetal, contienen grasas monoinsaturadas y polinsaturadas (en especial omega-3) y son bajos en grasas saturadas, lo que ayuda a mantener un nivel de colesterol bajo y a prevenir enfermedades cardiovasculares.
Contienen vitaminas E y A que ayudan para una buena visión, así como a mantener una piel elástica y saludable.
Es fuente de minerales como fósforo y potasio, que ayudan a mejorar la salud mental. Otros minerales que contiene son el magnesio, hierro, calcio y zinc. También se ha visto que, por su aporte de selenio, ayuda a la salud sexual masculina, ya que favorece una espermatogénesis normal.
Además, es rico en antioxidantes y otros agentes que ayudan a evitar procesos inflamatorios en nuestro cuerpo.
¿Cuánto cuesta?
Al igual que otros frutos secos, en ocasiones su precio llega a ser elevado. Regularmente 100 g de pistaches llegan a costar entre $38 y $50 pesos, dependiendo del lugar de compra. Se recomienda que los productos se obtengan en mercados locales.
Se recomienda consumirlos en su forma natural y de preferencia evitar aquellos pistaches empaquetados que contienen altas cantidades de sodio añadido.
Los pistaches son ideales para consumir como botana o colación. Por su aporte energético son ideales para actividades que requieren un aporte energético mayor, como las caminatas largas, además de que son prácticos y fáciles de llevar y consumir.
Por su versatilidad y sabor, existen múltiples formas en las que se pueden consumir, por ejemplo, en guisados, ensaladas, en salsas o aderezos, así como en postres.
También se obtiene de ellos un colorante verde que se utiliza en la preparación de alimentos.
La cáscara del pistache puede utilizarse para fabricar collares o artesanías.