Se habla mucho del plancton marino, primera victima de las poluciones de todo tipo, pero no se sabe a ciencia cierta de qué se trata. El plancton es un mundo en sí mismo, constituido por pequeños organismos vivos de los mares, que no poseen la suficiente fuerza para superar los desplazamientos de la masa de agua que los transporta. El plancton se halla siempre a la deriva, a capricho de las corrientes.
Se distinguen dos tipos de plancton: el fitoplancton, formado de organismos "vegetales" unicelulares, y el zooplancton, o plancton animal, compuesto por un sin fin de formas de criaturas animales. Estas dos categorías de plancton están íntimamente unidas, ya que el plancton animal se alimenta de fitoplancton.
El plancton no está uniformemente repartido en los océanos, sino todo lo contrario. Para sobrevivir, el fitoplancton necesita elementos nutritivos minerales y éstos sólo abundan en algunas regiones. Hay mucho más plancton cerca de las costas que en pleno océano. El plancton es mucho más rico y abundante en los mares fríos de las regiones templadas y polares, que en las aguas tropicales.
Como se ve, su importancia es vital no solamente para los animales marinos, sino también para toda la vida de la Tierra.