Rogelio Altisent nos invita a reflexionar sobre la ética de los cuidados de los últimos días. ¿Hace falta una revolución educativa? ¿necesitan los profesionales sanitarios mejorar la forma en que se aproximan a este tema?
Por una parte las investigaciones dicen que los profesionales tienen actitudes muy favorables hacia el respeto de las últimas voluntades de sus pacientes, pero sus conocimientos sobre dicho procedimiento son escasos. Por otra la ciudadanía a penas usa los registros de voluntades anticipadas (un 3% en España versus 25% en Estados Unidos). Esta claro que es necesario un trabajo en los dos sentidos.
Incluir la planificación anticipadad de la asistencia al final de la vida en la conversación que mantienen los profesionales con sus pacientes y registrarlo en la historia clínica son dos importantes retos a cumplir. Para ello habrá que mejorar la formación de lo profesionales y la información de los ciudadanos.
Si le interesa el tema puee leer en abierto el editorial en la revista Atención Primaria del doctor Altisent.