No son pocas las ocasiones en las que se busca "aprovechar" un dispositivo del que se dispone previamente para que lo pueda usar la persona con TEA, sin haberse planteado en primer lugar cual es la utilización que se va a hacer de él.
Esta falta de planificación puede dar lugar a elegir desarrollos poco adecuados o sin relevancia para la persona. En otras ocasiones se puede conducir a la frustración por el funcionamiento lento o poco preciso del dispositivo. También es frecuente que en tabletas compartidas, la persona prefiera acceder a aplicaciones relacionadas con el ocio (aspecto muy importante pero que requiere también de planificación y selección adecuada) en lugar de emplear otros desarrollos que se le puedan proponer.
Por todos estos motivos, es importante planificar primero qué uso de la tecnología va a ser el más adecuado y relevante para la persona y después elegir el dispositivo, software y protección que permitan a la persona el pleno acceso, la comprensión y el uso independiente.
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Saludos y hasta dentro de unos días.