Bien, es cierto que los plátano son unos buenos aliados en las dietas de los niños, pero también lo son en la alimentación de los adultos, aunque estén siguiendo una dieta para perder peso.
Tampoco voy a animaros a que os zampéis tres plátanos al día (por si a alguien se le había pasado por la cabeza la idea), pero comer un plátano pequeño a diario, la báscula apenas lo va a notar, y los beneficios para la salud son notables.
Es cierto, que el plátano no es una de las frutas más baja en calorías (100 Kcal/100 gr.), pero su excelente combinación de hidratos de carbono, minerales y vitaminas, la convierten en un alimento valioso e imprescindible en cualquier dieta, incluidas las de adelgazamiento (repito: sin abusar).
El plátano es rico en vitaminas del grupo B, C y ácido fólico. En cuanto a los minerales, es muy rico en potasio, magnesio y en menor cantidad, hierro.
También contiene triptófano, un aminoácido vital para el funcionamiento nervioso, y para incrementar los niveles de serotonina, un neurotransmisor que tiene la propiedad de ayudar a que nos sintamos más relajados, mejoremos el carácter, y en general, hacernos sentir más felices.
Gracias a su cantidad de potasio y magnesio, los plátanos se convierten en un buen aliado para alimentar el sistema nervioso, los músculos, huesos y dientes.
El plátano maduro es un excelente aliado para aquellos que sufran problemas estomacales:
Es la única fruta cruda que se puede comer sin problemas en casos de úlceras crónicas.
Gracias a su alto contenido de fibra soluble, ayuda a restaurar la acción normal de los intestinos regulando su actividad, siendo adecuado tanto para el tratamiento de estreñimiento como de diarrea.
Pero, ¡Ojo! Evitad comer plátanos que todavía no estén los suficientemente maduros. La fécula del plátano es difícil de digerir mientras no esté madura y no se haya transformado en azúcar. Ya maduro, el plátano se convierte en un alimento de fácil digestión, ideal para todos!!
Besos desde mi blog!!!