Se trata de una divertida colección de platos que de alguna manera interactúan a la hora de comer, haciendo de ella una experiencia mucho más divertida y amena.
Esta es una colección fruto de la propia experiencia del diseñador como padre. Especialmente con los más pequeños, cuando alguna comida no les gusta, la hora de la comida se puede convertir en un momento del día caótico. Precisamente para evitarlo, al diseñador se le ha ocurrido crear platos que permitan que cada comida sea diferente, que la diversión sea la protagonista en la comida, incluso cuando no es la comida preferida de los más pequeños de la casa.
Si os fijáis en la imagen todos los platos de la colección ilustran transportes. Lo que el diseñador pretende con ello es que los pequeños sean los que tomen las riendas, que se conviertan en los protagonistas, en los conductores encargados de transportar, cada día, los alimentos hasta su propia boca.
Si tu hijo/a es bastante exigente a la hora de comer, esta puede ser una buena solución para que empiecen a ‘cogerle el gusto’ a las verduras, a las frutas o a cualquier alimentos que no les agrade demasiado.