Pleno del Ayuntamiento. 30/01/12. La votación de la vergüenza
Por Juanmajurado
Ante todo, he de trasladar en nombre propio y del Grupo Municipal Socialista, nuestro profundo agradecimiento a las decenas de personas que abarrotaron el Salón de Plenos y que, representando el sentir de miles de almanseños y almanseñas, así como de vecinos y vecinas de la comarca, aplaudieron la defensa de nuestra Moción en Defensa del Hospital y la Sanidad Pública. Y lo hicieron a pesar del arrebato de intolerancia del Sr. Núñez, que amenazó, en varias ocasiones, con desalojar el Salón ante estas muestras de entusiasmo de sus vecinos (lo que contrasta con su tolerancia ante la actitud del Sr. López, dedicado a evacuar palabras y gestos de desprecio hacia el público).
El proceso de privatización de nuestro Hospital tiene nombres y apellidos destacando, evidentemente, el de la Sra. Cospedal y los miembros de su gobierno. Pero también en Almansa, el presente y, sobre todo el futuro, terminará señalando con el dedo a quienes ahora, por intereses que nada tienen que ver con los generales y que van desde los puramente partidistas hasta la compra-venta del voto por un intercambio de favores, han votado contra nuestra moción o, lo que es lo mismo, han votado contra los intereses de sus representados, de la ciudadanía. Por eso, no está de más que todo el mundo sepa, y recuerde, quién es quién en este tema y que no olviden que los concejales del PPIA D. Francisco J. Núñez Núñez, D. Javier Sánchez Roselló, Dña. Antonia Millán Bonete, Dña. Pascuala Bernal Sánchez, D. José Francisco Gil García, D. Javier Bueno Gil, Dña. María José Tebar Oliva, D.Israel Rico Iniesta, D. Antonio López Cantos, D. Pascual Blanco López y Dña. Ana Cristina Tomás López votaron a favor de la privatización del Hospital de Almansa.
Mientras que por el PSOE D. Fco. Javier Pardo Tornero, Dña. Amaya Villanueva Peña, D. Manuel Serrano Sánchez, Dña. Clara López Amorós, D. Francisco Javier Gimeno García, Dña. Pilar Callado García, Dña. Mariela Inés Salgado Robles, D. José Enrique Megias Landete y D. Juan Manuel Jurado Romero, junto a la concejala de DpA, Dña. Mª José Almendros Corredor, defendieron la continuidad del carácter estrictamente público de nuestro Hospital.
Las argumentaciones para defender lo indefendible no se salieron del guión. Desde el PP, el Sr. Gil hizo una lacónica, poco entusiasta y, a veces, trabada exposición del argumentario que les han repartido, desmontado punto por punto en innumerables ocasiones por múltiples informes (entre los que se encuentran los de la O.M.S., exhibidos por el público en su turno de preguntas), y que parte de una gran mentira: "O esto, o el cierre", cuando la única verdad objetiva y contrastada es "Ni esto, ni el cierre. Hospital Público". Erigidos en aparentes salva patrias, en realidad lo único que terminan haciendo es allanar el camino de los que vendrán a convertir "nuestra" salud en "su" negocio. Triste papel el de los obedientes que parecen orgullosos de ser la voz de su ama.
Y el independiente Sr. López, imbuido en su papel de gritador, utilizó su ya conocida jerga despreciativa para justificar su propia contradicción, diciendo que lo mejor es que el Hospital siguiera siendo público, pero que ahora prefiere que se lo den a una empresa privada. Ni los números, ni la experiencia, ni la gestión avalan la privatización. Y para llegar a esa conclusión, el Sr. López dijo que habían "hecho un amplio y profundo estudio, perdiendo muchas horas" (así es como entiende el Sr. López el trabajo por sus ciudadanos, como una pérdida de tiempo). Supongo que, fruto de la profundidad de ese estudio, sería el ejemplo que propuso, orgullosamente, sobre las bondades de varios hospitales público-privados de la Comunidad Valenciana. Pero dado su, también profundo, desconocimiento, ayer mismo esos hospitales protagonizaban noticias en la prensa por su mala gestión y las intolerables tardanzas en la atención en urgencias. Otro ejemplo de su amplio estudio lo materializó en el hecho de que, según él, los socialistas en el gobierno andaluz apostaban por lo público-privado. Y habló del Hospital San Juan de Dios de Aljarafe (Sevilla). El insondable desconocimiento del Sr. López no le ha permitido saber que, con este Hospital , el proceso fue justamente el contrario al que se propone hacer con el nuestro, pues siendo inicialmente privado paso a convertirse en un consorcio público (el único en toda la amplia y ejemplar red sanitaria andaluza). En cualquier caso, sea quien sea el gobernante, los socialistas almanseños sólo apostamos por la gestión pública. Además, y continuando con el ejemplo propuesto por el Sr. López, este Hospital andaluz ejemplifica, como sucede en Valencia o Madrid, el desastre que termina siendo lo público-privado. Os invito a leer este enlace, que no tiene desperdicio, de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública, que en un artículo de su revista Sanidad 2000, concluye: "Las consecuencias de esta decisión [gestionar mediante el sistema público-privado]: un hospital de bajo nivel, con un número muy reducido de camas, con un presupuesto que apenas supera el 50% del de otros hospitales públicos, una cartera de servicios en la que faltan servicios esenciales y se imponen criterios religiosos en la asistencia, un personal discriminado en los aspectos salariales y laborales y una larga conflictividad laboral".
Para completar el Pleno, se aprobó el pliego de condiciones que ha de regir la nueva contratación de la limpieza viaria. Nada que oponer al pliego pues, partiendo del ya existente, del año 2001, se han implementado las experiencias y necesidades detectadas o creadas en los últimos años, se incrementará el número de trabajadores dedicados a esta labor y, esperemos, tendremos una ciudad más limpia, dado el notable deterioro que, en este aspecto, todos venimos sufriendo (lo que no sé es si las enormes papeleras que ahora pueblan la Rambla de la Mancha y que avergüenzan a cualquiera que pasee por allí, terminarán siendo vaciadas). Pero en lo que estamos en completo desacuerdo es en la tardanza en poner sobre la mesa este nuevo pliego: un año. En abril de 2011 se produjo la expiración del anterior contrato, lo que ha supuesto un gasto adicional al Ayuntamiento de, aproximadamente, 60.000 euros, una cantidad que a los concejales del PPIA les debe parecer insuficiente para ponerse a trabajar en sus responsabilidades. Ante este reproche, la respuesta del Sr. Rico, actual concejal del área, fue que él sólo llevaba un mes en el cargo. Hombre... Sr. Rico, eso de echar balones fuera disparando contra sus propios compañeros es muy feo. Y más cuando a su izquierda tenía sentada a la anterior concejala del área, la Sra. Tebar, y a su derecha al que hace un año era alcalde y debía haber hecho sus deberes, el Sr. López. Muy feo (el gesto).