Las primeras semanas que estaba aquí no sabía a donde acudir si quería comprar, por ejemplo, horquillas para el pelo, perchas y celo. ¿No hay un todo a cien o algo así, aunque no esté regentado por personas asiáticas? Me vale cualquier cosa, de verdad...
Pues no. Resulta que si quieres hacer esas tres compras tan dispares te vas al Carrefour. Al Carrefour grande, claro, porque en el de barrio no hay perchas, por ejemplo.
¿Pero en qué mundo viven estos franceses? Además de los precios de locura por los que te encuentras un simple rollo de celo y resulta que no hay bazares en los que puedas encontrar ocho rollos de celos por 1,50...
Esto me hizo pensar que los españoles, ya que estamos un poquito chungos en España, podíamos hacernos "un chino" e irnos a Francia a poblar sus calles con bazares españoles. Podíamos llamarlos Paquito, Antonia, González o nombres así, que rezumen español, para que los franceses llamen a sus tiendas de chinos tiendas de españoles. ¿No os molaría? Sacaríamos a miles de la crisis y haríamos de este país galo un sitio más razonable para vivir.
¡Vivan los chinos!