Una persona verdaderamente rica es aquella que puede estar sola en una habitación, o en medio de la naturaleza y ser plenamente feliz, sin necesidad de escuchar, hablar, comer, oler , tocar, ni hacer nada. Si nuestra riqueza está en nuestro interior nadie nos la podrá arrebatar, ninguna crisis económica podrá con ella. Y además en caso de necesidades graves tendremos las armas necesarias para sobrevivir y el ánimo necesario para hacerlo, nuestra inteligencia estará despierta y nos daremos cuenta de que siempre hay una salida.
Sin embargo si tenemos la mente embotada y el alma sepultada por necesidades falsas que nos hemos creado y por emociones y pensamientos negativos. Si no hemos desarrollado nuestra inteligencia y espiritualidad y aumentado nuestra cultura. Si no hemos crecido psicológicamente, y hemos buscado un sentido a nuestra vida, cualquier pequeña dificultad o carencia nos hundirá.
Si un gran porcentaje de hombres poseyera esa riqueza interior no existiría la pobreza material.