¡podemos ser ricos!

Por María Jesús
Hay una pobreza que nadie puede remediar si uno mismo no lo hace. Hay una pobreza que convierte todas las riquezas materiales en un gran agujero negro que se lo traga todo dejando un gran vacío. Cuando una persona no tiene riqueza interior todas las riquezas materiales carecen de valor. No estoy hablando de las necesidades básicas del ser humano, una vez cubiertas estas, es preciso acumular riquezas espirituales.
Una persona verdaderamente rica es aquella que puede estar sola en una habitación, o en medio de la naturaleza y ser plenamente feliz, sin necesidad de escuchar, hablar, comer, oler , tocar, ni hacer nada. Si nuestra riqueza está en nuestro interior nadie nos la podrá arrebatar, ninguna crisis económica podrá con ella. Y además en caso de necesidades graves tendremos las armas necesarias para sobrevivir y el ánimo necesario para hacerlo, nuestra inteligencia estará despierta y nos daremos cuenta de que siempre hay una salida.
Sin embargo si tenemos la mente embotada y el alma sepultada por necesidades falsas que nos hemos creado y por  emociones y pensamientos negativos. Si no hemos desarrollado nuestra inteligencia y espiritualidad y aumentado nuestra cultura. Si no hemos crecido psicológicamente, y hemos buscado un sentido a nuestra vida, cualquier pequeña dificultad o carencia nos hundirá.
Si un gran porcentaje de hombres poseyera esa riqueza interior no existiría la pobreza material.