En la medicina popular, el polen es un remedio natural usado fortalecer el organismo y el sistema inmunológico, sobre todo de niños propensos a coger resfriados y dolencias típicas del invierno, así como para estimular el apetito de los que suelen comer más bien poco.
Se usa como tónico revitalizante, ya que contiene un complejo de nutrientes (entre los que se encuentran azúcares de rápida asimilación) que aportan energía inmediata al organismo (ideal para niños y personas con gran actividad física y mental).
Por sus múltiples virtudes es un excelente aliado en astenia, cansancio, apatía, agotamiento físico, irritabilidad, ansiedad y nerviosismo. Pero eso no es todo…
Ayuda a recuperarse en casos de anemia o debilidad.
Ayuda a recuperar el apetito en personas convalecientes. (y en niños que comen poco).
Aumenta la resistencia ante las enfermedades respiratorias (resfriados).
Refuerza la memoria. (ideal para niños en épocas de exámenes).
Regula el peso corporal tanto en obesidad como para la delgadez.
Es un alimento ideal para deportistas ya que aumenta la resistencia ante el esfuerzo físico.
El sabor del polen es un poco peculiar. No es dulce, pero mezclado en un vaso de leche caliente o bien en un zumo de naranja, potencia su peculiar sabor haciéndolo muy apetecible.
Hay gente que lo toma directamente, masticándolo hasta deshacerlo por completo. En casa, lo tomamos disuelto en un vaso de leche caliente, con una cucharadita de miel o melaza, o bien como he comentado al principio, disuelto en un zumo de naranja (recién exprimido) o entre un batido de fruta, yogur, papilla, etc.. Hay muchas opciones!!
GEMMI CONSEJO: Ahora que estamos casi en invierno, y si queréis reforzar la salud de vuestro organismo, os propongo una bebida para ser tomada cada mañana antes de desayunar.
La receta es la siguiente: Un zumo recién exprimido de dos naranjas y un limón, media cucharadita de polen y media cucharadita de germen de trigo. (Opcionalmente podéis poner día sí y día no, una ampollita de jalea real durante los primeros quince días). Se baten bien los ingrediente (nosotras lo hacemos con una batidora manual) y se toma durante por lo menos dos meses y si os apetece, durante todo el invierno… (en ese caso, sin jalea real y con propóleo en el caso de que notéis que vais a coger un resfriado.)
Besos desde mi blog!!!!
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