- Limpiar y enjuagar un pollo de 1 ½ kg. troceado, retirando parte de la piel, y salpimentar.
- Poner una sartén al fuego con un vaso de aceite de oliva y 6 dientes de ajo grandes laminados finitos. Cuando estén dorados, retirar y freír el pollo en el mismo aceite. Cuando esté bien dorado, retirarlo y poner en una fuente de barro.
- Quitar parte del aceite y volver a añadir los ajos reservados, un chorrito de vinagre, un chorrito de vino blanco (un dedito de cada), y dejar que se consuma un poco. Verter sobre el pollo, mezclar todo bien y servir.