Aunque hay maneras más sencillas de preparar esta receta, os aconsejo que probéis esta forma un poco más elaborada, pero que vale la pena. A ver qué os parece:
- Marinar dos medias pechugas de pollo (enteras, deshuesadas y con piel) en un bol con media taza de agua, 2 cuch de salsa de soja, 2 cuch de azúcar morena y 2 cuch de mirin, y reservar en la nevera durante dos horas como mínimo.
- Salsa Teriyaky: Mezclar en un cazo pequeño 2 cuch de salsa de soja japonesa, 2 cuch de sake (vino de arroz japonés), 2 cuch de mirin (vino de arroz dulce) y 2 cuch de miel con sabor suave (siempre la misma cantidad de los cuatro ingredientes). Poner a fuego lento hasta que el azúcar se disuelva y espese ligeramente (unos 10´ desde que hierva). Reservar.
- Escurrir las dos medias pechugas de su marinada y poner sobre la rejilla del horno, con la piel hacia abajo y en la parte más alta del horno, con la bandeja más abajo para que vaya recogiendo los jugos que suelta. Pintar con un poco de salsa Teriyaki y gratinar, que se vaya dorando. De vez en cuando volver a pintar con la salsa por encima. Cuando esté bien dorado, darle la vuelta y seguir pintando con más salsa hasta que esté dorado por ambos lados.
- Retirar, cortar en tiras a lo ancho, servir con un chorrito de teriyaki por encima, y acompañado con arroz japonés cocido (gohan).