(Nacho Temiño, Varsovia, 30/06/2011, EFE)Polonia asume mañana la presidencia de la Unión Europea (UE) por primera vez en su historia, un periodo de seis meses en el que, según su primer ministro, Donald Tusk, se trabajará para “mejorar el clima de pesimismo” que se ha apoderado de la zona marcada por los problemas en Grecia y el norte de África. El dibujo animado de una mujer, triste y sola, que representa a la UE está sentada en un banco, rodeada de una ciudad desierta, hasta que un joven vestido con una camisa de colores blanco y rojo, Polonia, se acerca y saca a la muchacha a bailar, devolviéndole la sonrisa. Ese es el mensaje del anuncio publicitario para la presidencia polaca.La película concluye con final feliz, aunque la realidad no es tan halagüeña y Polonia tendrá que trabajar duro para consolidarse dentro de los Veintisiete y lograr los principales objetivos marcados para su periodo al frente de la Unión: cimentar la seguridad común, el Partenariado Oriental, incrementar el presupuesto comunitario y promover la unificación de los mercados.La política hacia los países del Este de Europa es, sin duda, la gran prioridad polaca, y la cumbre del Partenariado Oriental, que se celebrará en septiembre en Varsovia, uno de los acontecimientos estrella del próximo semestre.El Partenariado Oriental es un proyecto impulsado por suecos y polacos para favorecer el acercamiento entre la UE y sus vecinos del antiguo bloque soviético, con Ucrania como alumno aventajado.“Queremos que la presidencia polaca constituya un momento histórico en las relaciones entre la Unión Europea y los pueblos del Este”, ha afirmado Donald Tusk, europeísta convencido.El Gobierno polaco espera que durante su presidencia se rubrique la adhesión de Croacia y confía en que también se suscriba un acuerdo de libre comercio entre la UE y Ucrania.La negociación del presupuesto comunitario en plena crisis griega será otra de las circunstancias que marcarán la presidencia, que rechaza cualquier reducción de su cuantía a pesar de las presiones de países como Gran Bretaña y Holanda.“Tengo la impresión de que hay pocas oportunidades de llegar a un consenso en la UE para encontrar fuentes de financiación adicionales, así que nuestro principal objetivo será intentar evitar que se reduzca el presupuesto”, ha dicho Tusk.Aunque Polonia no es miembro de la zona euro, su peso económico se ha hecho evidente en los últimos años, con una población de más de 38 millones de habitantes que la convierte en la principal beneficiaria de fondos europeos, y el privilegio de ser el único Estado comunitario en evitar la recesión durante el año 2009.La crisis de Libia y las tensiones en el norte de África están también en el punto de mira de Polonia, que ha hecho un esfuerzo en los últimos meses para desplegar su diplomacia en la región, a pesar de que renunció a participar en la operación militar contra el líder libio, Muamar al Gadafi.De hecho, el jefe de la diplomacia polaca, Radoslaw Sikorski, fue el primer ministro de Exteriores en visitar la ciudad libia de Bengasi, bastión de las fuerzas rebeldes, a las que mostró su apoyo.Lo cierto es que la diplomacia polaca está dispuesta a impulsar la iniciativa de la Fundación Europea para la Democracia con el objetivo de apoyar la difusión de los valores democráticos en las regiones fronterizas de Europa, con Libia y, sobre todo la vecina Bielorrusia, como objetivos prioritarios.Para Varsovia, todos estos retos a los que se enfrenta la UE pueden superarse sólo si se profundiza en la unión y se supera el “fortalecimiento de los nacionalismos”.“El conflicto de Libia ha demostrado una vez que Europa tiene una necesidad creciente de más integración y de unir esfuerzos también en el campo militar,” explica Tusk, quien trabajará en Bruselas para articular la creación de grupos militares europeos, la investigación en nuevos armamentos y la mayor cooperación entre la UE, OTAN y vecinos de la antigua URSS.Varsovia espera que su mensaje europeísta brille durante el próximo semestre, aunque para eso tendrá que ser capaz de superar las distensiones que habitualmente lastran su política interna.Por lo pronto, el Gobierno polaco sabe que no puede contar con el apoyo del principal partido de la oposición, Ley y Justicia, donde opinan que Polonia no se ha preparado adecuadamente para la presidencia, por lo que se limitará a “asumir el papel de un gigoló para bailar con Doña UE, que se está aburriendo”, en alusión a la animación que sirve para promocionar el mandato polaco.Al mismo tiempo, el sindicato Solidaridad organiza hoy una gran manifestación en Varsovia para protestar por la política “inhumana” que, dicen, conducirá a Polonia a ser la nueva Grecia.