(04/07/2010, Néstor Tazueco Lamata, Varsovia, Las Provincias)
El país del antiguo bloque comunista con mejores perspectivas económicas debate en las urnas algo más que su futuro político.
La economía polaca avanza como un coche último modelo. Mantiene una velocidad constante, dentro de los límites marcados por la crisis internacional y las inversiones internacionales, pero siempre hacia delante y con un buen ritmo. Sin embargo, este domingo se decidía si su progresión continúa como hasta ahora o si, en cambio, puede verse ralentizada.
Dependiendo del ganador de la segunda vuelta de las elecciones, el crecimiento económico polaco se resentirá o saldrá indemne de unos comicios excepcionales por la muerte del anterior presidente, Lech Kaczynski, en un trágico accidente aéreo. Dos opciones políticas pugnan por el triunfo, ambas conservadoras: la Plataforma Cívica (PO) de Bronislaw Komorowski, de centro-derecha, y la Ley y Justicia (PiS) de Jaroslaw Kaczynski, considerada de extrema derecha.
Polonia ha experimentado un espectacular crecimiento durante la última década, con un aumento de su economía de un 5% anual, salvo en 2009 (1,7%) y un 2% previsto para este año, lo que va a permitir al país ser recordado como el único miembro de la UE (además de Malta) que ha mantenido su crecimiento durante la grave crisis internacional. Sin embargo, el futuro puede cambiar a partir de ahora.
Pese a que el presidente no es la persona encargada de marcar las líneas económicas del país -para eso está el primer ministro-, «tiene poder de veto (que puede ser revocado por una mayoría de las tres quintas partes presentes en la sesión del Sejm -Parlamento-, siempre y cuando superen la mitad del número total) sobre las leyes presentadas en el Parlamento por el equipo de gobierno», explica el analista político Radoslaw Markowski. Una facultad que hace imprescindible el buen entendimiento entre ambos dirigentes para la rápida aprobación de las medidas y reformas económicas que tenga en proyecto el Ejecutivo. «Si gana Komorowski -explica el economista Piotr Rudzki continuando con la metáfora automovilística- iremos a toda potencia, pero si gana Jaroslaw Kaczynski será como avanzar con el freno de mano echado». Y es que la posibilidad de veto ya fue usada en numerosas ocasiones por su hermano gemelo, Lech Kaczynski. «Sucederá lo mismo que con la reforma que se planteó para reformar la sanidad y privatizar los hospitales. Fue vetada y olvidada», recuerda Rudzki.
Según el PiS, liderado por Jaroslaw Kaczynski, «Polonia es lo primero». Con dicho lema se presentan a los comicios, definiendo su programa político nacionalista, conservador y proteccionista. «Necesitamos un país fuerte, de lo contrario no existe», puntualiza. Enfrente, su rival de centro-derecha Bronislaw Komorowski aboga por «avanzar por el camino de una economía libre» bajo este eslogan: «el acuerdo construye».
Políticas sociales
Con una nación que avanza y no mira hacia atrás, son muchas las voces que reclaman una mayor atención en las políticas sociales, y en este tema se perciben significativas diferencias entre los candidatos. Jaroslaw se presenta como el paladín de la gente del mundo rural y los campesinos, de las clases más desfavorecidas y de los grupos más tradicionales, lo que le lleva a postular un mayor gasto social, aún aumentando el déficit y subiendo los impuestos. En contra, Komorowski defiende una reducción de la presión fiscal y de la deuda pública, junto a un liberalismo aperturista hacia Europa.
Unas líneas maestras que se extienden a las facilidades de desarrollo que tanto PiS como PO quieren ofrecer a las pequeñas y medianas empresas (pymes) mediante la eliminación de barreras burocráticas a la actividad empresarial, la reducción de los costes laborales o la contribución a las pensiones, para su consolidación en un tejido industrial y empresarial que tras la caída del bloque comunista se vio muy afectado por el ingreso en el mercado capitalista.
Sin embargo, ha sido el sector agrícola, una de las canteras de votantes del PiS, el que ha centrado los roces en materia económica en los debates televisados. Komorowski ha atacado a su rival alegando que, pese a que aparenta ser su defensor, en la oscuridad planea un importante recorte de los fondos destinados a su subvención por parte de las ayudas europeas. Acusación de la que Kaczynski se ha defendido afirmando que no sabe nada. Esas ayudas son fundamentales para reconstruir un sector que está debilitado por diversos problemas estructurales, como el exceso de trabajo, las granjas pequeñas e ineficientes y la falta de inversión.
Entrada en el euro
Una de las dudas más repetidas por los ciudadanos, pero también con menos respuestas concretas, es cuándo entrará Polonia en el 'Eurosistema' y se unirá a los países que tienen la moneda europea. Las reformas hechas en los últimos años en los sistemas de salud, educación, pensiones y administración han elevado el déficit, y al mismo tiempo la presión fiscal. Sin embargo, tan sólo Plataforma Cívica plantea como un objetivo prioritario su reducción hasta el 1% para el 2015.
Ese progreso en el recorte depende principalmente de la privatización del resto de los sectores del Estado, la reducción del empleo público y la modificación del sistema fiscal para incorporar a los granjeros, la mayoría de los cuales no paga impuestos.