El territorio polaco se ha convertido en un lugar acogedor para españoles que se han abierto un hueco en el mundo de la cultura, los negocios y la enseñanza.
La presencia económica, social y cultural de España en Polonia es cada vez mayor. El interés por la lengua de Cervantes, el cine, la literatura, el teatro, la gastronomía y el modo de vida españoles no deja de crecer. Decenas de empresas españolas se han abierto un hueco en amplio sectores de la economía polaca y crecen como hongos los restaurantes y bares españoles, las academias de baile y las empresas privadas dedicadas a la enseñanza del castellano. Cineastas como Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar e Isabel Coixet, y escritores como Eduardo Mendoza, Arturo Pérez-Reverte, Carlos Ruiz Zafón, Ildefonso Falcones y Julia Navarro son tan conocidos en Polonia como en España.
Los grandes periódicos de Polonia informan casi a diario de España, donde viven y trabajan más de 100.000 polacos. Cada año, decenas de miles de polacos visitan España como turistas. El número de españoles que se han instalado en Polonia también se ha incrementado en los últimos años. Se ha convertido en un lugar acogedor para ciudadanos españoles que se han abierto un hueco en el mundo de la televisión, la cultura, los negocios y la enseñanza. Es la España emprendedora y que triunfa en Polonia, el único país de la UE y la OCDE que no ha entrado en recesión.
Un 'showman' español
Conrado Moreno forma parte de este grupo de españoles que han triunfado en Polonia. Nació en Madrid hace 29 años, de padre español y madre polaca, y vive en Varsovia desde los 12. Considera que "Polonia es un país con muchas oportunidades". Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad de Varsovia y hace seis años fue seleccionado en un castin de televisión. En poco tiempo, Conrado Moreno se convirtió en una estrella de televisión.
Para millones de polacos es "el español de la tele". Durante años trabajó en el programa 'Europa se deja querer' de la televisión pública polaca (TVP). También ha participado en otros programas televisivos como la versión polaca de 'Mira quién baila', y suele animar fiestas y actividades culturales y empresariales españolas. "La televisión me ha permitido fijarme mucho más en mi lado español y darme cuenta que soy una persona dual, español y polaco, madrileño y varsoviano", señala Moreno. Agradece a Polonia que le haya "ayudado" a realizarse "como persona y profesional".
José Gómez, un madrileño cuarentón de madre andaluza que vivió en Estados Unidos y lleva 14 años en Polonia, también le está muy agradecido a este país, porque asegura que se lo ha dado "todo: una mujer polaca, una hija de 13 años, un negocio que funciona bien y mucha felicidad".
José estudió Marketing en Estados Unidos. Trabajó en una empresa catalana en Varsovia durante cuatro años; después se dedicó a diversas actividades empresariales en la capital polaca y hace seis años fundó la academia de lengua española 'Sin Fronteras'. El negocio ha ido viento en popa: tres escuelas en Varsovia y una en la ciudad de Wroclaw, 40 profesores y más de 1.100 alumnos cada semestre. Gómez cree que el éxito se debe a que lo están haciendo bien, porque si lo hicieran mal "los resultados serían pésimos". "Yo soy un empresario, una persona que cree en el trabajo bien hecho, y quiero mucho a este país. Quizá aquí estén las claves de mi éxito profesional", recalca.
Experiencia satisfactoria
Agustín Redondo es el director de Uría Menéndez, una entidad jurídica que se dedica a asesorar a los empresarios españoles que se instalan en Polonia. Tiene 36 años y lleva tres en Varsovia. "Es una experiencia muy satisfactoria. Polonia es un país en pleno crecimiento económico, los polacos son gente amable y tienen muchos puntos en común con los españoles, sobre todo su amor por la familia y las tradiciones culturales", cuenta Redondo. Asegura que le sorprendió positivamente "el cariño que sienten los polacos por los españoles y el interés que manifiestan por España".
A Nuria Domínguez, la consejera de Educación de la Embajada de España en Varsovia, lo que le sorprendió de Polonia cuando llegó, hace cinco años, fue "el alto nivel cultural de la población y el interés de los jóvenes por el saber". Casada con un profesor de inglés y madre de un adolescente, no oculta su "sorpresa" cuando ve que los jóvenes polacos "son muy responsables, respetan a los profesores, se interesan por el mundo que les rodea y estudian mucho". "España y Europa podrían aprender mucho de Polonia".