Polvorones de chocolate y cardamomo

Por Merchi
El polvorón es una especialidad incluida dentro de los mantecados, pero en cuya elaboración no sólo se emplean los ingredientes característicos de los mantecados, sino que, además, lleva siempre almendra en distintas proporciones. Un dulce típico de Navidad que se deshace en la boca al comértelo y que para que no se deshaga al abrirlo es común aplastarlo previamente.
Yo no soy muy amiga de ellos, pero sé de cierta persona que si lo es, así que ha tocado prepararlos y darle el capricho. ¿El veredicto?..altamente recomendables :)

Ingredientes:
- 350 grs de harina.
- 170 grs de manteca de cerdo ibérica.
- 50 grs de cacao Valor.
- 170 grs de azúcar glas.
- 75 grs de almendra Marcona tostada y molida.
- 20 vaínas de cardamomo.
- Una pizca de sal.
- Una pizca de pimienta negra.
- Azúcar glas.
- Media cucharadita de canela.

Preparación
- Comenzamos precalentando el horno a 200º.
- Tostaremos la harina en el horno a esa temperatura hasta que se ponga amarillo claro, removiendo y vigilando para que no se nos queme ( más o menos 15 minutos por mi horno).
- Una vez lista, la dejamos enfriar y la tamizamos en un bol.
- Agregamos luego la almendra, el cacao, el azúcar glas, la canela, la pimienta, la sal y el cardamomo ( cuyas semillas habremos machadado en un mortero hasta conseguir una especie de arenilla fina).
- Removemos todo e incorporamos la manteca derretida.
- Ahora solo queda complementar bien los ingredientes, amasar y conseguir una masa elástica y manejable.

- La envolvemos en film y la dejamos reposar una media hora en la nevera.
- Pasado ese tiempo extendemos la masa con un rodillo y encima de un silpak o papel de horno para que no se nos peque.
- Cortamos de la forma deseada y los vamos colocando en la rejilla de la bandeja del horno, previamente cubierta con papel sulfurizado.
- Horneamos durante 20 minutos (como siempre es cuestión de hornos, así que vigilarlos porque se hacen enseguida).
- Sacar del horno y dejar enfriar del todo en la misma rejilla y sin tocarles para nada.
- Una vez fríos del todo, espolvoreamos generosamente de azúcar glas.