Así que empecé a buscar información sobre estas semillas, calificadas por algunos como un “superalimento” y me quedé sorprendida de sus grandes beneficios.
No es de extrañar que los aztecas y los mayas la consideraran más valiosa que el oro, y que hoy en día, celebrities como Gwyneth Paltrow, Orlando Bloom o Steven Spielberg (que promulgan una vida sana y consciente), la tomen a diario en el desayuno.
Como sé que te preocupas por que tu familia lleve una vida sana, hoy te cuento por qué esta semilla con sabor a nuez es tan recomendable y te presento además 2 recetas sencillas, para que empieces a integrarla en tus menús familiares.
¿Qué es la Chía?
Es una planta herbácea que se cultiva en zonas de México y Guatemala. Se cultiva para aprovechar sus semillas, que son pequeñas de color pardo-grisáceo, y son famosas por sus propiedades y beneficios.
Chía es una palabra de origen maya que significa “fuerza”. Se sabe que los aztecas tradicionalmente consumían chía para ganar energía y potenciar la resistencia antes de entrar al campo a la batalla o a una gran cacería.
¿Cuáles son sus propiedades?
Vas a alucinar, como lo hice yo, la chía tiene:
- 5 veces más cantidad de calcio que la leche.
- 3 veces más cantidad de antioxidantes que los arándanos.
- 3 veces más cantidad de hierro que las espinacas.
- 2 veces más cantidad de fibra que la avena.
- 2 veces más cantidad de proteínas que cualquier verdura u otra semilla.
- 2 veces más cantidad de potasio que el plátano.
¿Entiendes ahora por qué dicen que es un “superalimento”? Como te puedes imaginar, cuando descubrí esto, no tardé en comprarla e incorporarla en nuestra dieta familiar.
Porque además, el consumo de chía aporta muchos beneficios, entre los más importantes:
- Permite un aporte excelente de energía.
- Ayuda a regular el peso ya que provoca sensación de saciedad, por eso es ideal tomarla en el desayuno.
- Favorece la buena digestión
- Aumenta la masa muscular y regenera los tejidos.
- Ayuda a controlar la glucosa y la hipertensión
- Tiene propiedades depurativas y antioxidantes
La semilla tiene un sabor suave y agradable, parecido a la nuez, y se puede usar en todo tipo de recetas dulces o saladas: salsas, panes, batidos, yogur, sopas, ensaladas, postres... El límite es tu imaginación. Aun así, te presento 2 recetas sencillas para que hagas la prueba.
P
uedes conseguir la chía en cualquier tienda de productos naturales o herboristería. En los grandes supermercados todavía no la he encontrado, pero todo se andará. Y su precio es bastante asequible para los beneficios que tiene, unos 5€ un paquete que te durará muuucho tiempo. (1) Agua de chíaEs la forma más común de ingerirla. Y es una bebida típica de México, por cierto.
Se puede consumir fría, como un refresco, pero también está deliciosa a temperatura ambiente (al menos en estos tiempos invernales).
Creo que no puede haber una forma más sencilla de conseguir una bebida saludable, refrescante y nutritiva que esta.
Su preparación es muy sencilla, aunque algo más elaborada que el agua de chía.
Toma nota, con esta receta te salen unos 9-10 muffins:- Precalienta el horno a 180 grados.
- En un tazón pequeño mezcla la harina, las semillas de chía, la levadura en polvo, el bicarbonato y la sal. Reserva.
- Con una batidora eléctrica, bate la mantequilla (mejor si está derretida) y el azúcar hasta que la mezcla esté suave y esponjosa, unos 2 minutos.
- Añade los huevos, batiendo uno a uno, y mezclando bien.
- Incorpora la ralladura de limón y la vainilla.
- Ahora ya con una espátula (sin la batidora) añade la mezcla de harina y por último el yogur, hasta que esté todo bien homogéneo.
- Rellena los moldes para muffins y hornea durante 18-20 minutos hasta que al pinchar el palito salga limpio.
<<Deje que los alimentos sean su medicina y que la medicina sea su alimento ~Hipócrates>>
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