Por estas fechas suelo acatarrarme, supongo que el primer culpable soy yo, a todos nos cuesta volver a ponernos un abrigo, parece que nos resignamos a que el buen tiempo y el calor se han terminado.
El caso es que para un piloto, o para un tcp, un simple catarro puede llegar a volverse un infierno y nos puede llegar a dejar en tierra.
El motivo es simple, nos podemos cargar los oídos. ¿Cómo?, muy sencillo, cuando estamos acatarrados y con mocos, nuestra trompa de eustaquio se bloquea con estos mocos, de modo que impide que la presión entre la parte exterior del tímpano y la interior se regulen. Lo cual, convierte a nuestro oído interno en una olla a presión cuando comenzamos a descender en un vuelo.
Si la trompa de eustaquio no es capaz de liberar presión al estar bloqueada nos encontramos en una situación en la que de continuar bajando, la presión puede llegar a dañar el tímpano. Un fuerte dolor, pitidos e incluso sangrar por el oído es posible si no se reduce e incluso se detiene el descenso. Y un oído dañado te puede dejar fuera de juego y sin tu preciado certificado médico. Dicho de otro modo, puedes pasar a ser piloto de flight simulator y poco más.
Por eso es de vital importancia que nos cuidemos las tripulaciones, en todos los aspectos, pero especialmente en asuntos como estos aparentemente, insignificantes, catarros, que nos pueden dar grandes disgustos.
Yo ya estoy poniendo remedios para que no vaya a más y que remita lo antes posible.
Asi es que abrígate, y cuídate, más vale prevenir que un tímpano fuera de juego.
Un saludo y buenos vuelos!