Como cada año, Pantone elige un color que ellos proponen como dominante en las tendencias de moda, diseño, decoración, etc. Este año se han decantado por el Honeysuckle, porque, añaden desde el Instituto, en momentos como el que estamos viviendo a nivel mundial, de crisis, estrés, necesitamos algo que eleve el espíritu, y el color madreselva estimula la adrenalina y es perfecto para mantener alejada la tristeza.
Y ahora que se acerca el verano, qué mejor que la frescura que aporta a la decoración este color. Puede ser a través de unas pinceladas, complementando al blanco, el verdadero color estival, o con algún toque en los textiles:
¿Qué? ¿Os atrevéis?