No basta con que los padres establezcan unas barreras domésticas “legales”; tienen que formar a su hijo para que él mismo sepa qué debe hacer, qué es bueno y por qué, qué es malo y su porqué, y decida libre y personalmente hacer lo que es bueno porque quiere hacerlo.
Fumar o tomar alcohol es dañino para la salud de un niño. Y también para la de un adulto. Ahora bien, la ley prohíbe la venta de tabaco o bebidas alcohólicas a menores, pero no a personas adultas. O sea, que una cosa dañina está penada por la ley en unos casos, y en otros, no. ¡Qué curioso!
La moral no es una colección de prohibiciones y mandatos caprichosos, sino una guía que, teniendo en cuenta nuestra naturaleza, nuestra dignidad de personas, nos señala lo bueno, lo que nos perfecciona y nos conduce a la felicidad. El hecho de que la ley permita vender alcohol a los adultos no convierte en bueno cualquier consumo de alcohol por parte de un adulto. No todo lo legal es moral, como no todo lo inmoral es ilegal.
[Textos tomados del libro "Tecnologías Internet: algo que perder, mucho que ganar" (título provisional) de próxima publicación en la editorial EUNSA].Claro que... en muchos casos, mandan las leyes económicas. Y si no, mira esta infografía.
Alfredo Abad Domingo.
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