La semana pasada fue en esta casa una semana en blanco, también se notó por desgracia en el blog. Cuando un peque se te pone malo y de rebote caes tú, es un auténtico descontrol. No estar al 100% de mis fuerzas es algo que me pone bastante nerviosa, porque me gusta tenerlo todo muy controlado, entonces el hecho de ver que no llego a todo lo que querría o lo que debería, me descentra mucho. ¿También os pasa a vosotros?, o ¿es sólo una característica de las personas tan sumamente controladores como yo?
El caso es, que el viernes estaba ya que me subía por las paredes, toda la semana en casa, con Ana mala, yo y Fer que también cayó... mi casa era un campo de virus, en una escapada que hice a la farmacia, aproveché para llamar a una amiga y despotricar. Sí, seguro que también tenéis una amiga a la que llamáis para quejaros del mundo, ¿verdad?Así que, entre quejarme de lo injusto que era el mundo en ese momento para mí y que estaba harta de dedicarme a la casa, a la niña, que sabía que era pasajero y que era consecuencia de la reciente mudanza. Entre todo ese mitin reivindicativo, me dijo algo que tenía mucho sentido
"Lo que te pasa, es que no te obligas a hacer un horario, lo que necesitas es un horario. Márcate, dos, tres, horas, las que necesites y no te salgas de ahí, y caiga quien caiga, son tus horas". Esa es la única manera en la que vas a dejar de ser sólo madre y ama de casa hasta que vuelvas al mundo laboral. Y parece algo sencillo, ¿verdad? pero las que estáis en casa, amigas mías, sabéis de sobra, que no es tan fácil. Si sois de las mías que anteponéis todo a lo vuestro, marcaros un horario personal en el que lo tuyo esté por encima de lo demás es realmente complicado a veces.
Pero he estado todo el fin de semana dándoles vueltas, y evidentemente tiene que ser así, porque sino al final del día siento que no he hecho nada productivo con mi tiempo, y eso no me hace sentir nada bien. Así que hoy me he levantado y me he puesto las pilas, le he quitado el sonido el móvil y he prioridad, durante una gran parte de la mañana, primero mis obligaciones personales y después las de la casa. ¿Las que estáis en casa, tenéis la misma sensación?
Me marqué una serie de objetivos antes de volver a ser mami por segunda vez. Poder criar a Ana es algo que no se paga ni con todo el oro del mundo, y con esta segunda pequeña que viene en camino, quiero hacer lo mismo, por lo menos el primer año. Me gusta ser mamá, y me gusta dedicarle tiempo a mis hijos, pero eso no quita, para que además me guste desarrollarme profesionalmente y seguir siendo persona además de mami. Así, que me quedan unos meses para tachar las cosas más importantes de la lista, en cuanto llegue el bebé, los primeros meses serán más locos y acaparará todo mi tiempo y atención como es normal. Es el momento, sí o sí, de marcarse prioridades e ir cumpliéndolas.Así hemos empezado la semana, con una reflexión en voz alta, ¿también tenéis esta misma sensación?
Un beso muy fuerte y feliz semana :-)))Ana
Fotos vía Pinterest