Un regreso a los orígenes, a la investigación con animales. Es lo que han hecho con éxito científicos de distintos organismos de Estados Unidos, que han desarrollado una vacuna capaz de controlar el virus de la inmunodeficiencia simia (SIV, según sus siglas en inglés) en su primera etapa, evitando así la infección en el organismo de los monos. Un hallazgo que da una nueva esperanza, después de muchos fracasos, a la obtención de una vacuna que sea efectiva para controlar también el VIH en humanos.
Según indican los investigadores en la revista 'Nature', "tanto el VIH como el SIV escapan fácilmente de las primeras defensas inmunitarias y se extienden por el organismo. Y, una vez establecidos, son difíciles de controlar. Por eso, es en los primeros días, antes de que se diseminen y se repliquen por el cuerpo cuando estos virus son más vulnerables. Es en esta etapa en la que actúa nuestra vacuna".
De 24 macacos inmunizados con esta vacuna, 13 mostraron un control completo del virus a largo plazo (más de un año).
Louis J. Picker, coordinador del trabajo y miembro del Instituto de Terapia Génica y Vacunas de la Universidad de Oregón (EEUU), explica a ELMUNDO.es que "lo que hemos hecho ha sido fabricar una vacuna que provoca una respuesta defensiva eficaz en los primeros sitios por los que entra el virus. Es ahí donde reside la novedad. Se trata de la primera inmunización capaz de generar células T (defensivas) en el lugar apropiado y lo suficientemente pronto para que la infección no se extienda, cuando el virus aún es vulnerable".
Aunque la comunidad científica se muestra muy cauta sobre el tema de la vacuna contra el sida, después de algunas decepciones importantes, Picker se muestra optimista al respecto. "El virus del sida no es imposible de frenar. Tiene un talón de Aquiles al que debemos dirigirnos con la vacuna".
Sin embargo, reconoce que "el desarrollo de esta inmunización es un reto complicado", y pone un ejemplo: "es como una torre lisa y alta, muy difícil de escalar. Nuestro trabajo representa un paso importante, es como poner los primeros escalones para empezar a subir, el primer punto de apoyo. Pero aún queda mucho trabajo por hacer".
"Seguir investigando la vacuna con estos animales y fabricar un producto equivalente para probar con humanos llevará tiempo, pongamos que, como mínimo unos tres años, y después hay que iniciar los ensayos clínicos, con todas sus fases, lo que tardará aún más. Así que, aunque soy optimista también soy realista y no contaremos con una vacuna a corto plazo", concluye el investigador.
**Publicado en "EL MUNDO"