El histórico logro, fue realizado gracias a la tecnología CRISPR por Científicos
estadounidenses de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón y el Instituto
Salk, junto con el Centro de Ciencias Básicas de Corea del Sur quienes
centraron sus esfuerzos en corregir la falla genética que produce la
cardiomiopatía hipertrófica. Según detalla la revista Nature,
la reparación genética ocurrió durante la concepción. El esperma de un hombre
con cardiomiopatía hipertrófica se inyectó en óvulos donados sanos y se usó la
tecnología CRISPR para corregir el defecto. Si bien no funcionó en todos los
casos, el 72% de los embriones resultaron libres de las mutaciones causantes de
la enfermedad después del procedimiento. Ninguno de los embriones estaba
destinado a implantarse y fueron destruidos cinco días después de aplicada la
técnica. Sin embargo, esto no significa que este procedimiento esté por convertirse
en una práctica rutinaria. Hay cerca de 10.000 desórdenes genéticos que son
causados por una sola mutación y podrían, en teoría, ser reparados con esta
tecnología.