" No puedo evitar tener los botes de conserva perfectamente alineados en la estantería. Me gusta colgar los cuadros y los muebles de forma perfectamente simétrica. Me gusta ver el saldo de mi cuenta corriente en "números redondos". Odio que no cierres el bote de gel cuando sales de la ducha y acumules ropa en el perchero que hay detrás de la puerta. No soporto a la gente que arrastra los pies al caminar, a los que hacen ruido al mascar chicle, a los que comen pipas por la calle ..."
¿Te suena?¿Qué es una manía?
Una manía es una preocupación o afición excesiva por algo que generalmente nos lleva a repetir conductas innecesarias, o a veces directamente absurdas. Luego... si son innecesarias o absurdas... ¿Para qué sirven las manías? ¿Por qué somos maniáticos?
Pues por una parte, curiosamente, parece ser que las manías están muy relacionadas con los sentimientos de culpa. Es decir, nuestro inconsciente utiliza las manías como sistema de autocastigo, la penitencia por nuestros “pecados”.Así, por ejemplo, cuando desplegamos un afán desmedido por la limpieza, en realidad lo que hacemos es ocupar nuestro tiempo en una tarea supuestamente necesaria, para negarnos la posibilidad de hacer otra cosa que podría resultarnos más placentera…
Sin embargo, al mismo tiempo las manías también nos aportan algo positivo: calman nuestra ansiedad. Tener todas las latas de la despensa ordenadas, con la etiqueta a la vista; tener todo limpio y en su sitio; hacer las cosas siempre de la misma manera, siguiendo pequeños rituales… Todas estas “manías” nos sirven para gozar de esta sensación: “lo tengo todo bajo control” De hecho, prueba de ello es que cuando estamos estresados, nuestras manías se agudizan, como también se agudizan con la edad. Y es que a medida que nos hacemos mayores y nuestras funciones psíquicas se van deteriorando, necesitamos, porque nos da seguridad, hacer todo como siempre lo hemos hecho, y tener todo como siempre lo hemos tenido: a nuestra manera, en su sitio.
Al final, el problema de las manías es que a menudo nos hacen perder el tiempo precisamente con tanto ritual, por no hablar de lo insoportables que pueden resultar para aquellos que conviven con nosotros…
Pero al mismo tiempo son parte de nuestra personalidad, de manera que...
¿Qué hacer con las manías?En nuestro próximo post nos enfrentaremos a este dilema.