Si evoco a los recuerdos de mi adolescencia, o tuviera que describirla con apenas unas palabras, creo que diría estupidez, rebeldía, confusión, irresponsabilidad, cambios y ACNÉ.
Cuando tenía 15 años mi cara tenía tantos granos que si me hubiera salido alguno más, me hubieran dado el título de mazorca. Siempre me preguntaba ¿por qué a mí?, ya que otros de mi clase tenían la piel sin rastro de esas odiosas pústulas del demonio. Pero jamás encontré una repuesta a esa pregunta…hasta hoy.
¿Por qué algunas personas tienen acné y otras no?
Dependiendo del tipo de bacterias que colonicen tu piel, estas pueden o bien propiciar la aparición de acné, o si tienes suerte y te han tocado las bacterias “buenas”, pueden proteger tu piel evitando la aparición de granos.
Al parecer y según un estudio publicado en la revista dermatológica de mayor impacto, “journal of investigative dermatology”, el propionbacterium acnes, con ese apellido ya lo dice todo, sería uno de los máximos responsables de la aparición de acné.
Esta bacteria crece en la parte más profunda del poro y cuando ataca a nuestro sistema inmunitario surgen las espinillas. Así de fácil y de terrible!
Pero no todas estas bacterias son malas para nuestro cutis. Hay tres cepas distintas de propionbacterium acnes. Dos de ellas son las que favorecen la aparición de granos, pero las cepas del tercer tipo ejercen una función protectora, destruyendo a las bacterias perjudiciales y protegiendo nuestra piel, tal y como las bacterias del yogur protegen a nuestro intestino.
¿Hay otros factores que favorezcan la aparición de acné?
Evidentemente las bacterias no son las únicas culpables. El acné tiene un origen multifactorial. No solo influye el ataque de las bacterias de las que antes he hablado, sino también la excesiva producción de sebo (grasa), los factores hormonales, algunos medicamentos, la hiperqueratinización de la epidermis, el estrés y por supuesto la predisposición genética.
¿Cuál es el mejor tratamiento para el acné?
El tratamiento ira determinado por el tipo de acné que tengas. Así que previamente debes acudir a un dermatólogo para que te examine y diagnostique cual es la causa de tu problema.
Hay antibióticos administrados por vía oral y cremas antibacterianas, pero que de nada sirven si tus granos se deben a una hipersecreción de sebo. En este caso se suelen recomendar tónicos y lociones para la cara. Este tipo de productos están pensados para eliminar el exceso de grasa del rostro. Dan buenos resultados en los casos de acné más leves.
En Algunos casos de acné grave y cuando los antibióticos no han dado resultado se utiliza la isotretinoína, un medicamento que desacelera la producción de ciertas sustancias naturales que pueden causar la formación de granos. Siempre se ha de consultar con el médico antes de comenzar a tomar este tipo de fármacos.
Actualmente también hay tratamientos láser y terapias de luz que dan buenos resultados. El láser daña las glándulas sebáceas haciendo que segreguen menos cantidad de grasa.
En diversas herboristerías o centros de dietética también ofrecen terapias naturales con productos que poseen propiedades astringentes. Eso sí, ten en cuenta que luego de utilizarlos deberás hidratarte la piel (que no es lo mismo que engrasarla) para evitar su irritación e inflamación.