¿Por qué detoxificar tu hígado naturalmente?

Por Apoteca_verde @apotecaverde

Tu hígado es uno de los órganos más importantes que tienes en el cuerpo. ¿Por qué lo cuidas tan poquísimo? Lo que comes. Lo que bebes influye muchísimo en él.

¿Te has planteado alguna vez, cómo ayudarle? ¿Detoxificarlo? Desgraciadamente, todavía hay personas que se empeñan en decir, que es una tontería, pero te voy a demostrar el por qué. Y es fundamental. Tú decides luego.

Tu hígado, tiene una serie de células llamadas hepatocitos, las cuales entre sus funciones se encuentran:

filtrar la sangre. Filtran más de 1’5 litros por minuto de endotoxinas o xenobióticos (residuos procedentes de la célula, que se producen, cuando éstas se rompen), glóbulos rojos en mal estado, sustancias tóxicas procedentes de la dieta, medicamentos, alcohol… etc. De esta manera, desintoxica tu organismo de las sustancias que pueden hacerte mucho daño.

almacenar glucógeno (es una reserva energética), grasas, vitaminas y hierro

sintetizar:

  • proteínas y lipoproteínas (como el colesterol y los triglicéridos, que son necesarios para ti, siempre a unos niveles razonables)
  • hormonas esteroideas (estrógenos, cortisol y aldosterona) y tiroideas (tiroxina).
  • bilis, aquí las sustancias tóxicas, que han sido atrapadas durante el filtrado, son transportadas, hasta el intestino para ser excretadas. Decirte, que si no hay aporte de fibra, estas toxinas son trasformadas por bacterias intestinales y reabsorbidas. ¡Mira tú, qué maravilla de cuerpo tenemos!

– es capaz de almacenar, hasta un litro de sangre de más, cuando se produce una insuficiencia cardíaca (derecha).

– activar la vitamina D entre otras funciones…

Tu hígado también tiene unas células llamadas células de Kupffer. Son las que atrapan a las bacterias y eritrocitos, que están en “mal estado”. Y las quitan de en medio, para que no te puedan perjudicar.

Pero de todas sus funciones, nos vamos a quedar con la de detoxificación.

Verás, a tu hígado llegan sustancias tóxicas (xenobióticos), procedentes de los alimentos que has comido o que has bebido o simplemente un fármaco que has tomado (soy muy repetida, pero esto tiene que quedar clarísimo). Son sustancias que van en tu sangre. Allí son neutralizadas, estos xenobióticos y son preparadas para ser eliminadas. A este proceso, se le llama, detoxificación.


La detoxificación consta de dos fases y aquí juegan un papel muy importante, unas sustancias, llamadas enzimas y los cofactores, que activan a estas enzimas. En estas dos fases, básicamente, se hace que las sustancias tóxicas (xenobióticos), que son insolubles en agua sean solubles en ella, para que puedan ser eliminadas con facilidad.

Fase I. Activación.

Aquí lo que tu hígado hace es neutralizar directamente a las toxinas. Como resultado de estas reacciones, se produce la formación de gran cantidad de radicales libres y metabólicos intermedios. Estos, son muchos más tóxicos, que los iniciales. Pero serán eliminados en la siguiente fase, ¡qué no cunda el pánico!

En esta fase de detoxificación, participa el citocromo P450. Es un conjunto de 50 a 100 enzimas. Varían de unas personas a otras. Es de cajón, que para evitar daños, tu cuerpo necesita “antioxidantes”. Capaces de evitar que estos radicales libres y metabólicos intermedios, puedan hacer de las suyas.

Entre estos antioxidantes, encontramos:

  • la enzima glutatión peroxidasa (GSPX). Se encuentra en muchos órganos de tu cuerpo, impidiendo que estos radicales libres, campen a sus anchas y puedan desarrollar una enfermedad. La glutation peroxidasa, es una enzima selenio dependiente, por lo que te aconsejo, que te suplementes con alimentos ricos en selenio o complementos nutricionales, para que tenga esta enzima, una ayudita y funcione como es debido.
  • la vitamina C, es importantísima. ¿Sabías qué tu cuerpo no puede producir vitamina C, ¡ni almacenarla!? Es un potente antioxidante, por lo que te evita los daños que los radicales libres pueden hacer, en tus células. Ayuda a eliminar metales pesados de tu organismo y toxinas procedentes de medicamentos (reduciendo los efectos negativos de estos).
  • los betacarotenos, son pigmentos vegetales (se encuentran en las zanahorias, calabaza, brocoli, pimientos) llamados también provitamina A y en tu hígado se transforma en vitamina A. Lo curioso de estas sustancias es que actúan como antioxidantes.
  • la superoxido de dismutasa SOD es un enzima que tienes en tu cuerpo. Es el antioxidante más potente, que hay en él. También tiene una acción antiinflamatoria. La SOD ayuda a tu cuerpo a usar minerales como el zinc, el cobre y manganeso. ¿Sabes que tus niveles de SOD, disminuyen mucho con la edad? El problema es que los alimentos que contienen SOD, (brócoli, col, trigo…), al pasar por el estómago, los jugos gástricos, la destruyen. Pero, si tomas el SOD combinada con una proteína, llamada gliadina, es capaz de llegar perfectamente hasta el intestino delgado, donde será absorbida.
  • el resveratrol es un antioxidante. No lo puedes producir, por lo que es interesante que lo aportes a través de tu dieta (en la piel de las uvas rojas, las grosellas, las moras … ) o por suplementos nutricionales.
  • la Vitamina E

Fase II. Detoxificación. 

En esta fase se actúa sobre las toxinas, neutralizándolas. Aquí se producen unas conjugaciones (uniones) con los xenobióticos. Haciendo que estos  sean solubles en agua. Y por tanto, desde este momento es muy fácil su eliminación a través de la orina o la bilis. Estas conjugaciones están impulsadas por una serie de enzimas. Las cuales, para funcionar, necesitan unas sustancias llamadas cofactores.

Para que lo entiendas bien, tenemos 6 reacciones que son:

  • conjugación con glutation, las sustancias que se necesitan para que esta enzima funcione, son la vitamina C, metionina, vitamina B6, selenio, son los llamados cofactores
  • conjugación con aminoácidos, los cofactores son taurina, glicina, arginina, glutamina… para activar a las enzimas de esta reacción
  • acetilación los cofactores son la vitamina C, B1, B5
  • metilación los cofactores son la metionina, colina, vitamina B6, B9 y B12
  • sulfoconjugación los cofactores son cisteina, vitamina B6, taurina.
  • glucuronidación aquí intervienen taurina, cisteina, metionina…

Todo esto sucede, si además hay suficiente energía y magnesio. De locos.

Verás hay personas que tienen una fase I muy activa y una fase II muy lenta, por lo que la detoxificación, es malísima.

¿Cómo puedes intuir que eres un mal detoxificador? ¿Te sienta mal un pelín de alcohol? ¿Una dosis mínima de medicamento te intoxica? O simplemente después de comer, comienzas con dolor de cabeza o dolor articular y/o muscular.

¿Estás muy cansado? ¿Te molestan muchísimo los olores? Puedes sospechar que tu hígado no detoxifica bien.


Y en este momento te estás preguntando, ¿cómo puedo detoxificar mi hígado?

Pues lo que puedes hacer es:

1. aportando los distintos cofactores en los alimentos en tu dieta, o con suplementos nutricionales de calidad.

  • como el magnesio, zinc, cobre, manganeso.
  • para ayudar en la fase I, con vitaminas B6, B12, el brócoli, el resveratrol, el selenio, la vitamina C, la taurina,… son fáciles de encontrar
  • para ayudar en la fase II, taurina, glicina, cisterna, metionina, glutamina
  • antioxidantes como el té verde, el resveratrol, lo betacarotenos, vitamina C, selenio, zinc, ubiquinol (coenzima Q10)

2. utilizando plantas medicinales hepatoprotectoras como son el desmodium, el fruto del cardo mariano, reishi y las hojas de la alcachofa.

3. usando plantas medicinales depurativas, que ayudan a la formación de bilis como el aceite esencial de limón, hoja de alcachofa, raíz y sumida de diente de león, hoja de boldo, raíz de cúrcuma, raíz de rábano negro, aceite esencial de romero quimiotipo verbenona.

Tu hígado es único. Aquí te he dado 7 razones para cuidarlo. Decirte que su capacidad de regeneración, ¡es increible! Se regenera a partir de sus hepatocitos, células de kupffer… SANAS. Si no están bien, su capacidad de regeneración disminuye drásticamente. Detoxificalo. Ayúdale a estar en perfecto estado.

¡Piensa diferente, piensa en verde!

Referencias:

fitoterapia.net

Bello, J. y López de Cerain, A. (2001) Fundamentos de ciencia toxicológica. Capítulo 9. Ed. Diaz de Santos. Madrid.

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Diamond, A. M. (2015) The Subcellular Location of Selenoproteins and the Impact on Their Function. Nutrients, 7, 3938-3948. 11. Ribas, V. et al. (2014). Glutathione and mitochondria. Frontiers in Pharmacology. Volume 5, Article 151.

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